La asociación vecinal Buga pide al alcalde, José Domingo Regalado, el cese del concejal de Servicios y Medio Ambiente, Marcos González, por la reiteración de vertidos y el incumplimiento de las acciones anunciadas por el mismo durante el verano de 2017.

Su portavoz, José Gregorio Gaspar, denuncia ante la opinión pública "la desidia con la que actúa el gobierno municipal de Granadilla de Abona ante el grave problema de los vertidos de aguas fecales en el litoral granadillero".

El último episodio, registrado el domingo pasado, consistió en un vertido "de gran cantidad de aguas fecales desde la estación del sistema de aguas residuales de Pelada", asegurando que el mismo "no afectó solo al agua de la zona, sino que se produjo directamente sobre la parte terrestre de la costa y las barranqueras aledañas".

Estos vertidos en Pelada, El Médano, La Tejita y Los Abrigos "suponen un auténtico atentado medioambiental y un peligro para las personas y su salud, ya que las playas del municipio son muy visitadas en estas fechas estivales", apunta.

Buga considera que "no se está haciendo nada, por las autoridades municipales, para controlar la gestión que de las aguas residuales hace la concesionaria del servicio, Entemanser, cuando es obligación de la administración supervisar el cumplimiento del contrato e inspeccionar que no se llevan a cabo malas prácticas, como las denunciadas".

José Gregorio Gaspar recuerda que, después de tres vertidos registrados durante el verano de 2017, el gobierno local anunció "la realización de una auditoría de vertidos independiente a la concesionaria municipal, e, incluso, el propio concejal de Servicios señaló públicamente qué empresa la realizaría, sin que hasta la fecha -un año más tarde- se haya tenido noticia alguna acerca de la misma y de sus resultados".

Para esta asociación, la intervención del grupo de gobierno "se ha limitado al silencio absoluto acerca de estos hechos e, incluso, a la ocultación de los mismos".

Este colectivo social reclama a CC-PP que "adopten todas las medidas urgentes necesarias para acabar, de una vez por todas, con los vertidos incontrolados al mar de aguas fecales en la costa granadillera".

Asimismo, hace un llamamiento "a los grupos políticos representados en el Pleno granadillero para que no miren hacia otro lado y asuman su responsabilidad como representantes del pueblo exigiendo medidas inmediatas al gobierno municipal y reprobando la dejadez del mismo".

Cabe recordar que el grupo de gobierno informó de que el último vertido "no fue consecuencia de un problema en la Estación de Tratamientos de Aguas Residuales de Pelada (ETAR), sino debido a una sobrecarga en el conducto de salida del emisario".