"A partir de este momento se van a poner en marcha las actuaciones pertinentes para el control de este ganado". Es el aviso que ha lanzado el Cabildo de Tenerife en relación con las cabras y ovejas asilvestradas que existen tanto en el macizo de Anaga (Santa Cruz-La Laguna) como en el de Teno.

Ningún ganadero ha reclamado la posesión de las cabras y ovejas -puede ser más de un centenar- que han proliferado en Anaga finalizado el plazo de dos meses que había dado el Ayuntamiento de Santa Cruz, a través de un bando municipal, para que los hipotéticos dueños acreditaran la titularidad de los animales.

Por ello, desde el área de Medio Ambiente del Cabildo avanzan que se van a poner en marcha las actuaciones pertinentes "para el control de este ganado". En primer lugar se procederá a establecer la ubicación de estos rebaños y a analizar la viabilidad de realizar apañadas en aquellas zonas en las que sea posible.

Es más, según detalla el consejero del área, José Antonio Valbuena, precisa que ya se ha contratado a diverso personal técnico para que lleve a cabo este labor. "Se está analizando el terreno junto con gente del lugar con la idea de buscar los espacios que puedan se susceptibles para hacer las apañadas". La idea sería que las primeras actuaciones tuvieran lugar en septiembre.

Paralelamente, incide el consejero, ya se ha definido con el Gobierno de Canarias la normativa que va a permitir que esas cabras y ovejas que se capturen vivas se puedan "reintroducir" en el mercado. "Se han establecido unos criterios de cuarentena para garantizar que reúnen los requisitos de seguridad antes de devolverlas a alguna explotación ganadera", precisa. "Eso no estaba resuelto a comienzos de año", añade.

Al respecto, explica que antes de que se actualizara la normativa, los animales debían ser sacrificados porque no se podían introducir en la cadena alimenticia. "Pero el Gobierno canario, a través de la Consejería de Agricultura, ha sido sensible con el tema y ha diseñado, junto con Sanidad, un protocolo que va a permitir esa reintroducción", subraya.

Valbuena admite que las tareas de apañada "no van a ser sencillas", pero se va a "hacer el esfuerzo para recoger el mayor número de animales posible".

¿Y las que no se puedan capturar? "Evidentemente, tendremos que ir a un control, es decir, a abatir las cabezas de ganado que, por los motivos que sean, no se puedan recoger", dice. Para esta segunda opción, apunta Valbuena, están pendientes de que el Ejecutivo regional apruebe las directrices que determinen qué se puede hacer con esa carne que proceda de animales abatidos.

La idea es que, llegado el caso, participen en estas labores tanto cazadores como personal de alguna empresa pública de la Corporacion insular.

La intención del área de Medio Ambiente es culminar "con toda la población de cabras y ovejas asilvestradas" de Anaga y Teno en el año 2019, "que ha ocasionado un daño terrible, que a veces no es perceptible para la población, en la flora endémica de la Isla, además de en cultivos particulares y en el ganado que sí está controlado".