Estado Islámico mantiene al menos a 27 personas como rehenes, incluidos al menos 16 niños, en la región oriental siria de Sueida y están esperando a usarlos como moneda de cambio en las negociaciones con el Gobierno de Damasco y Rusia, según han informado residentes de la zona a la ONG pro Derechos Humanos Human Rights Watch.

Estado Islámico secuestró a estas personas durante un ataque efectuado el pasado 25 de julio. A principios de agosto, los yihadistas decidieron matar a dos rehenes. El primero murió decapitado y el segundo, en circunstancias todavía no esclarecidas.

"Desde hace un mes, las familias de los secuestrados de Sueida han estado pidiendo la liberación de sus seres queridos", ha explicado Lama Fakih, directora adjunta para Medio Oriente de Human Rights Watch. "Las vidas de los civiles no deberían usarse como moneda de cambio, y Estado Islámico debe liberar a todos los rehenes de inmediato".

Human Rights Watch ha extraído la información de cuatro testigos y familiares de los secuestrados de al Shbeki, una de las aldeas atacadas por los yihadistas. La ONG cuenta con los nombres de las 27 personas secuestradas y de las 57 personas muertas en el ataque. Según activistas locales, 16 niños de entre 7 y 15 años se encontraban entre los secuestrados.

El 28 de julio, ISIS publicó imágenes que muestran mujeres secuestradas y un video de una mujer vestida de blanco, que afirma que el grupo terrorista solo liberará a los rehenes si el Ejército "[sirio] detiene su campaña en Yarmuk".

Los secuestros tuvieron lugar en el contexto de un ataque mayor y múltiple de Estado Islámico el mismo día en varios lugares en la gobernación, durante los cuales murieron al menos 200 personas.

El 4 de agosto, una organización local de medios informó que había recibido un video que mostraba a Muhannad Abu Ammar, de 19 años, uno de los secuestrados, decapitado. Un pariente del fallecido confirmó su identidad a Human Rights Watch.

El 9 de agosto, una segunda rehén, una mujer con el nombre de Zahya, murió bajo custodia de Estado Islámico por causas desconocidas. Al parecer, la mujer padecía problemas médicos, entre ellos diabetes y afecciones cardíacas, aunque este punto no ha podido esclarecerse.