Una treintena de agrupaciones folclóricas de las islas, parrandas ataviadas con trajes típicos y 28 carretas tiradas por bueyes y vacas formaron parte de la comitiva que ayer encabezó la imagen de San Agustín, seguida del clero y las autoridades de la Villa de Arafo, dando paso a los romeros que disfrutaron de una romería declarada de Interés Turístico Nacional desde 1983.

Los araferos vivieron ayer la 44 edición de este encuentro romero que conmemora un hecho milagroso que la tradición sitúa en 1751. Entonces, y por intercesión de San Agustín, un temporal desescombró el naciente de Añavingo, sepultado por un desprendimiento de tierras, dando lugar al alumbramiento de agua y, de esta forma, al final de una sequía prolongada.

La Policía Local cifró la asistencia en unas 10.000 personas. Una cifra que, aunque se queda algo lejos de las 15.000 previstas por la organización, es relevante por cuanto casi duplica el censo municipal. El calor no deslució una fiesta marcada por elementos tradicionales en la que el vino, la carne, la música, la camaradería y el fervor llenaron las calles principales del caso arafero, engalanado para la ocasión. Eso sí, el equipo de seguridad y emergencia atendió varias lipotimias. A las 20:00 horas concluyó en la plaza dando paso al baile de magos.

Hoy Arafo vive el día principal de la fiesta, con el traslado del Pendón (18:00 horas) desde la Casa Consistorial hasta la parroquia de San Juan Degollado, donde se oficiará la eucaristía (18:15) antes del retorno del Pendón. La Fiesta de Arte (20:00), en el Auditorio Juan Carlos I, dará paso a la procesión (23:00) de San Juan Degollado y a los fuegos artificiales.