Tener niveles excesivos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL o "bueno") pueden asociarse con un mayor riesgo de ataque cardíaco y muerte, según una investigación presentada hoy en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología.

"Puede ser hora de cambiar la manera en que vemos el colesterol HDL. Tradicionalmente, los médicos le han dicho a sus pacientes que cuanto mayor sea su colesterol bueno, mejor. Sin embargo, los resultados de este estudio y otros sugieren que este ya no es el caso", ha declarado el autor principal del estudio, Marc Allard-Ratick, de la Escuela de Medicina de la Universidad Emory, en Atlanta, EEUU.

Este estudio, realizado como parte del ''Emory Cardiovascular Biobank'', ha investigado la relación entre los niveles de colesterol HDL y el riesgo de ataque cardíaco y muerte en 5.965 personas, la mayoría de los cuales tenían enfermedad cardíaca. La edad promedio de los participantes fue de 63 años y el 35 por ciento eran mujeres.

Los participantes se dividieron en cinco grupos según su nivel de colesterol HDL, y durante una mediana de seguimiento de cuatro años, 769 (13%) participantes tuvieron un ataque al corazón o murieron por una causa cardiovascular. Los participantes con colesterol HDL 41-60 mg / dl tuvieron el menor riesgo de ataque cardíaco o muerte cardiovascular.

El riesgo se incrementó tanto en participantes con niveles bajos y niveles muy altos de colesterol HDL, que produjo una curva en forma de U cuando se representó gráficamente. Los participantes con niveles de colesterol HDL superiores a 60 mg / dl tuvieron casi un 50 por ciento más de riesgo de morir por causa cardiovascular o tener un ataque cardíaco en comparación con aquellos con niveles de colesterol HDL de 41-60 mg / dl.

"Nuestros resultados son importantes porque contribuyen a un conjunto de pruebas cada vez mayor de que los niveles muy altos de colesterol HDL pueden no ser protectores, y porque a diferencia de muchos otros datos disponibles en este momento, este estudio se realizó principalmente en pacientes con enfermedad cardíaca establecida", ha concluido Allard-Ratick.