Dos personas murieron y 37 resultaron heridas al estallar una bomba anoche en un festival en la ciudad de Insulan, en el sur de Filipinas, en el segundo atentado perpetrado el último mes en esa región de mayoría musulmana.

Isulan, capital de la provincia de Sultan Kudarat, celebraba el festival Hamungaya con motivo del 61º aniversario de la fundación de la ciudad, cuando un artefacto explotó cerca de un área comercial, confirmaron fuentes policiales a medios locales.

El jefe de la policía de Insulan, el superintendente Celestino Daniel, señaló que hay indicios de que el objetivo era atacar a las fuerzas gubernamentales, ya que la bomba explotó cuando un convoy del Ejército atravesaba la zona.

Dos soldados están entre los heridos y el artefacto se situó también cerca de un puesto de las Fuerzas Armadas Ciudadanas (CAFGU, en inglés), milicias formadas por civiles que apoyan al Ejército.

Daniel apuntó que la investigación sobre el atentado todavía está en curso y que no hay indicios de que el Estado Islámico (EI) esté detrás del incidente, aunque en la zona operan varios grupos armados que le han jurado lealtad como Abu Sayyaf o Grupo Maute.

En total se encontraron en la zona que rodea el Ayuntamiento de Insulan tres artefactos explosivos, aunque sólo explotó uno que estaba en una motocicleta estacionada en el área.

Las fuerzas de seguridad en la región de mayoría musulmana de la isla sureña de Mindanao, ahora bautizada como Bangsamoro, estaban en alerta roja por terrorismo desde que el pasado 31 de julio un atentado con una furgoneta bomba matara a diez personas en la isla de Basilan.

La autoridades atribuyeron esa matanza a Abu Sayyaf, aunque su mando no asumió formalmente la autoría.

Los atentados se producen después de que el Gobierno del presidente Rodrigo Duterte aprobara la Ley de Autonomía del Bangsamoro, que amplía la que tenía ya esa zona con el objetivo de asentar la paz y de poner fin a décadas de conflicto separatista.

Esa ley era necesaria para implementar el acuerdo de paz alcanzado en 2014 con el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), el mayor grupo rebelde musulmán de Filipinas, que gobernará esa región a cambió de deponer la lucha armada y renunciar a sus aspiraciones independentistas.