El grupo petrolero francés Total anunció hoy la venta al grupo químico británico Ineos de las dos plantas de poliestireno que tiene en China porque considera que no tiene una dimensión suficiente en ese país para afrontar la competencia.

En un comunicado, Total indicó que cede a Ineos los complejos de Ningbo y Foshan, que producen cada uno 200.000 toneladas de poliestireno al año.

En Ningbo, donde trabajan 54 personas, hay un taller de componentes de polipropileno para el automóvil cuya producción será en su totalidad para Total cuando Ineos se haga con su control. En Foshan la plantilla es de 86 empleados.

El grupo francés, que no precisó en su comunicado el monto de la operación, explicó que en un mercado del poliestireno "muy competitivo", ha considerado que no tiene el tamaño "crítico" en China, al contrario de sus posiciones en Europa y en Estados Unidos.

De hecho, el director general del negocio de refinado y química, Bernard Pinatel, señaló que van a centrar su presencia en el poliestireno en Europa y Estados Unidos, donde son "número dos".