Lejos, muy lejos aún de la aglomeración que vive Güímar cada 7 de septiembre, la subida de la Virgen de El Socorro a su morada habitual, la parroquia de San Pedro Apóstol, es una romería con miles de seguidores. El 8 de septiembre la iglesia celebra el día de Nuestra Señora de El Socorro, la Alcaldesa Honoraria y Perpetua de Güímar.

La jornada, continuación de la Bajada, comenzó a las ocho de la mañana, con la VII Ofrenda Atlética Floral Virgen de El Socorro, cuyos participantes depositaron alimentos no perecederos que serán entregados a las personas más necesitadas. La primera de las mismas se celebró a las 9:00 y la segunda, la solemne, a las 11:00 horas, con el Coro Miguel Castillo y la Agrupación Vocal e Instrumental Amigos del Arte junto a la Banda de Música Patronato Amigos del Arte. Y llegó la última procesión de la venerada imagen por su caserío.

Como es tradición, a las cinco de la tarde comenzó la Misa de Acción de Gracias, el preámbulo de la vuelta al casco. La Virgen de El Socorro abandona este templo y el lugar al que llegó hace más de 600 años. La comitiva, cada año más nutrida, emitió los vítores de siempre y empezó a caminar con la alegría contenida, porque en noviembre tendrá lugar la segunda Peregrinación Lustral. Por tanto, este hasta luego es más corto, en esta ocasión.

Llegados a La Tahona, en el Camino de El Socorro, Juana Pérez Delgado limpió la cara a la imagen y tuvo lugar el reparto de las almendras para el juego "pares o nones", que comenzó en La Asomada. En El Calvario comenzó la procesión hasta el recibimiento en el atrio del templo. Después, verbena en la plaza.