Esta semana se cumplen 25 años del debut del CD Tenerife en la Copa de la UEFA. Sucedió un 15 de septiembre de 1993 en el Heliodoro Rodríguez López y contra el Auxerre francés que, inicialmente, no iba a ser el rival de los blanquiazules.

El bombo había deparado un enfrentamiento con el AS Mónaco, pero el equipo del Principado subió un escalón hasta la Copa de Europa para sustituir al Olympique de Marsella. El Comité Ejecutivo de la UEFA, reunido solo nueve días antes del estreno continental del Tenerife, le cambió el rival al sancionar al conjunto marsellés con su exclusión de la máxima competición europea de esa temporada. El motivo, un supuesto soborno al Valenciennes en partido de la Ligue 1.

El Auxerre, sexto clasificado, recibió entonces el premio de jugar la Copa de la UEFA. Tan precipitado fue el asunto que el club tinerfeño ni siquiera pudo cambiar el papel de sus entradas. Muchos aficionados ya las tenían y en ellas figuraba como rival el Mónaco.

"Me sorprende, pero no me indigna", dijo Jorge Valdano cuando se enteró del extraño cambio de rival. "Es extraño e insólito", lamentaron los jugadores. Los técnicos tuvieron que preparar el encuentro a toda prisa, algo que le sucedió también al rival. No en vano, días antes había estado presente el entrenador del Mónaco en el primer partido liguero de los blanquiazules. Y no era otro que Arsene Wenger.

"El Tenerife del Gamper sí que me impresionó", dijo el que fuera técnico del Arsenal hasta este verano en su visita al Heliodoro, "pero no tanto el de hoy contra el Lleida. Creo que tendrán otra motivación en la Copa de la UEFA, pero la eliminatoria está pareja". Por entonces, preocupaba la presencia del alemán Jurgen Klinsmann al que Wenger descartaba para la ida en la Isla. "Lo podremos recuperar para la vuelta", dijo. Días después, del Mónaco se pasó al Auxerre de Guy Roux.