La Fiscalía de la región chilena de O''Higgins ordenó hoy otros cuatro registros a obispados del país a fin de ampliar la información sobre los casos de abusos sexuales en la Iglesia católica.

Las operaciones se llevaron a cabo de forma simultánea en la mañana de hoy en los obispados de las sureñas ciudades de Chillán (región Ñuble), Concepción (región Biobío) y Osorno (región Los Lagos), además de en la costera urbe de Valparaíso.

Todo los registros están encaminados a aumentar la información de la que dispone el fiscal regional de O''Higgins, Emiliano Arias, encargado a nivel nacional de perseguir los numerosos casos de abusos sexuales acaecidos en el seno del clero chileno.

Arias encabezó este operativo junto a otros tres miembros de su equipos -cada uno en un obispado- para conseguir nuevos documentos sobre la investigación abierta sobre el excanciller del arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz, actualmente en prisión preventiva acusado de la presunta comisión de abusos sexuales reiterados y estupro.

Según fuentes de la Fiscalía regional consultadas por Efe, durante los nuevos registros se podrían lograr nuevos documentos que sobre casos aún no investigados o aspectos nuevos en los casos existentes.

Estos allanamientos se suman a los seis realizados por el fiscal Arias en los últimos tres meses, desde que el pasado 13 junio registrara de forma simultánea el Tribunal Eclesiástico de Santiago y el obispado de Rancagua, a unos 90 kilómetros al sur de capital.

Desde entonces y hasta finales de agosto, la Fiscalía Nacional de Chile ha contabilizado 119 investigaciones abiertas contra personas relacionadas con la Iglesia católica chilena.

Actualmente son 167 las personas imputadas y 178 las víctimas cuantificadas en todas estas investigaciones, según el catastro de casos existentes que hizo público hace un mes el Ministerio Público.

Entre el total de víctimas, 79 de ellas eran menores en el momento en el que ocurrieron los hechos.

En una reciente entrevista concedida por Arias, el fiscal regional explicó que solamente su oficina trabaja con 70 de esas investigaciones, en relación a 155 víctimas y con más de 60 sacerdotes imputados, aunque destacó que son cifras que se amplían con regularidad.

Los cuatro registros de hoy sumarán más información a esos casos en manos de Arias, que además de al excanciller del arzobispado de Santiago también contemplan una investigación por presunta comisión de encubrimiento contra el arzobispo de la capital, el cardenal italiano Ricardo Ezzati.

Además, el pasado 13 de julio se llevaron a cabo dos registros en los obispados de Temuco y Villarrica, ambas localidades de la región de La Araucanía en el sur del país suramericano.

Se complementan además con los realizados por la Fiscalía Metropolitana Sur, a cargo del fiscal Raúl Guzmán, quien lidera la investigación de los abusos sexuales presuntamente cometidos por miembros de la Congregación Marista.

Al menos una decena de religiosos maristas han sido denunciados por haber abusado sexualmente de una treintena de niños en colegios de la congregación desde la década de los 70 del siglo pasado.

Se trata de más de una docena de registros en cuestión de tres meses en busca de verificar, a través de documentos oficiales de la Iglesia católica chilena, las decenas de denuncias de presuntas víctimas de abusos sexuales por parte de clérigos.

La conferencia Episcopal de Chile (CECh), en un acto de reconocimiento y transparencia realizado a comienzos de agosto, publicó en su página web un listado con los nombres de personas relacionadas con la Iglesia que habían sido juzgadas por abusos sexuales o encubrimientos, bien por la Justicia civil o por la canónica. En total, 43 sacerdotes y un diácono fueron condenados.

Sobre la crisis que afecta a la Iglesia católica, tanto en Chile como en otros países, el papa Francisco dijo a finales a agosto en una visita a Irlanda que no basta con pasar la página del "drama" de los abusos a menores por parte de miembros del clero, sino que se debe buscar reparación para que las víctimas puedan curar sus heridas.

"Acabar con esto no significa simplemente pasar página, sino buscar una cura, una reparación, todo lo necesario para curar las heridas y devolverle la vida a tanta gente", dijo el papa, quien agregó que estos casos "están muy extendidos y causan gran escándalo -pensad en Chile, aquí en Irlanda o Estados Unidos-".