Actúa en silencio, posee una ambición ilimitada. Óscar "Jacaré" Suárez (Costa del Silencio, 20 años) apura sus últimos días de preparación de cara al próximo combate -segundo que disputará bajo el marco de la MMA-, y lo hace en su tierra natal, en el sur de Tenerife. Como bien indica el alias con el que fue bautizado a temprana edad ("Jacaré", caimán en portugués), trabaja en silencio, pero su fuerza le hace derrocar a cualquier amenaza. Ahora, en la compañía Combate Américas, y después de "dormir" con un mataleón al fajador mexicano Kike "Lokote", buscará adjudicarse su segunda victoria planetaria ante Keith Carson (1,70 metros, 26 años), fajador americano con un balance de seis victorias y cinco derrotas.

A 11 días para afrontar la importante contienda, ¿cómo lleva la preparación de cara a la misma?

Tengo la sensación que en este "training camp" estamos mejor preparados que nunca. Me siento muy fuerte en lo físico, técnico y mental. Estamos listos para el próximo día 28, iremos a por todas para ganar ese gran combate que tengo en Los Ángeles.

¿En qué apartado basará esa contienda?

La posibilidad de preparar el combate aquí (el Training Camp de Vilaflor) nos ha hecho estar completos en todos los aspectos. Si toca tanto "striker" (golpes), "wrestling" (lucha cuerpo a cuerpo), como combatir en el suelo, estaré preparado. No obstante, basaré el combate en una técnica de "striker", que es lo que me gusta y en lo que damos espectáculo.

Háblenos de su próximo rival, Keith Carson.

Es un chico bastante fuerte. Va muy bien en la parte de boxeo. Trabajaremos a la distancia, usando las piernas y, si podemos llevarlo al suelo, perfecto.

Ha transcurrido medio año desde que firmó contrato profesional con la organización Combate Américas. Fue un paso importante en su carrera?

Soy un afortunado por estar en la compañía en la que estoy. Se trata de una gran empresa tanto a nivel mediático como de combates. Es una empresa que focaliza, también, su atención en lo personal; te cuidan, no solo eres un número para ellos. Intentaré seguir ganando combates para, de esa manera, ganar más confianza.

¿La adaptación a la vida americana ha sido difícil?

No. Soy una persona que, por lo general, me adapto bien y rápido a los cambios. Me gustan las aventuras y soy atrevido. Marchar a Estados Unidos forma parte de mi camino. Lo he afrontado con valentía. Pese a marchar solo para allá, me han arropado muy bien. Quiero resaltar en este aspecto a mi mánager, Felipe Werdum.

Los hermanos Werdum. Háblenos de ellos.

Estar junto a ellos es algo inexplicable para mí. Es equiparable a la sensación que pueda tener una persona que le guste el fútbol y pueda dialogar con Messi y Cristiano. Al principio te impacta, pero luego te acostumbras y aprecias la humildad que tienen. Son personas que partieron desde cero; si ellos fueron capaces, ¿por qué yo no?

Ya que nos habla de referentes, su padre, Claudio, ha tenido buena parte de culpa de su progreso en las artes marciales.

Llevo toda mi vida haciendo artes marciales. Eso se debe, fundamentalmente, a mi padre (Claudio Suárez Bernardi). Él es mi maestro. Puedo decir que tengo un gran equipo: mi padre y maestro, Carlos Garrapucho, Azz Eddi Belarch, Juan Mortalsiño Y Sergio López. A parte, tengo que hacer mención especial a mi patrocinador: Aguirre y Díaz.

La madurez que se percibe en sus palabras quizá no es propia de un veinteañero común. ¿Este es el rasgo que más lo define?

Bueno?hay tres cosas que marcan mi carrera y, colateralmente, la persona que soy hoy en día. Una de ellas es el esfuerzo, no solo en mi trayectoria deportiva sino en mi vida. El esfuerzo tiene que estar siempre porque es lo más importante. Otro aspecto es la fe en mí mismo. Puedes tener mucho esfuerzo, talento y los mejores preparadores, sin embargo, si no crees en ti mismo, no vas a llegar a ningún lado. Positividad, siempre. Por último, me define la determinación a la hora de hacer las cosas; la acción. Puedes tener esfuerzo y fe, pero es fundamental tener valentía y coraje a la hora de subirse a una jaula. Hay que saber afrontar todas esas emociones y sentimientos, así como convertirlo en disfrute. En definitiva, esas tres cosas marcan la diferencia en esto (por las artes marciales) y en cualquier cosa que hagamos en la vida cotidiana.

En su postura, y según ha puntualizado en este mismo medio, entiende la práctica de las artes marciales mixtas como combates y no peleas. ¿Los valores en este deporte distan de los prejuicios que genera en sí mismo?

Sí. Más allá del trabajo físico, de este deporte emanan valores como el respeto, honor, fuerza, disciplina y responsabilidad. Para poner un ejemplo: cuando te enfrentas a un rival de menor nivel que tú, eso no quiere decir que seas mejor que él, si no que tienes una responsabilidad añadida de servir de mentor. Esto último es lo que nos enamora a todos los artistas marciales.

Entre los objetivos que persigue, ¿podríamos situar en la cima el ser fajador de UFC?

(Se ríe) Bueno, eso es lo que todo el mundo quiere. No obstante, estoy muy contento en la empresa en la que estoy; son los que han apostado por mí y veo por ella. A pesar de los objetivos que pueda tener a largo plazo, mi meta actual radica en ser campeón del mundo de Combate América.