Coalición Canaria ha criticado hoy abiertamente la gestión realizada en Radiotelevisión Canaria entre 2011 y 2013, con este partido al frente del Gobierno de Canarias y con Guillermo García como director general del ente, y ha confiado en que el proceso penal abierto "culmine como tiene que culminar".

"Afortunadamente hay una instrucción penal que esperemos que culmine como tiene que culminar", ha dicho el portavoz de CC, José Miguel Ruano, en la comisión parlamentaria en la que la Audiencia de Cuentas ha presentado el informe de fiscalización pedido por el Parlamento en 2014, un retraso que "está rematadamente mal", según ha sido reconocido por el presidente del organismo, Pedro Pacheco.

El informe, han insistido todos los grupos parlamentarios, refleja numerosas irregularidades y su contenido ha sido remitido tanto al juzgado como al Tribunal de Cuentas, ha explicado Pedro Pacheco, si bien la Audiencia de Cuentas no ha encontrado "ninguna responsabilidad de nadie".

La diputada de CC Guadalupe González Taño se ha sumado a las duras calificaciones del resto de grupos sobre esa etapa de RTVC.

"Compartimos las cosas que se han dicho. Ya desde el principio de la legislatura dijimos que había que mejorar los mecanismos de control porque no se cumplieron los mínimos en la gestión. Ahora está bajo la óptica penal y serán los tribunales los que determinen si hay responsabilidades y cuál es el alcance. Esperamos que esa etapa quede atrás cuanto antes y que bajo ningún concepto se vuelva a repetir", dijo la diputada de CC, quien se comprometió a mejorar los mecanismos de control en la nueva normativa.

El presidente de la Audiencia de Cuentas, Pedro Pacheco, justificó en parte la tardanza en tener listo el informe de fiscalización, cuatro años y tres meses, así como la "poca calidad" del mismo, denunciada por algunos grupos, por las dificultades para recabar del ente público la documentación y la información requerida, así como por la diversidad de contratos y legislaciones aplicadas en la actividad.

Entre las irregularidades encontradas, citó la falta de comprobación de requisitos técnicos en las ofertas de contratación, ampliación de contratos prescindiendo de los requisitos legales, contratación de servicios en procesos negociados sin haber negociación, falta de libre concurrencia, pago de prestaciones antes de haberlas recibido, falta de acreditación de la necesidad de contratos, ausencia de procedimientos de licitación, inclusión de adendas que en realidad son nuevos contratos, pago sin comprobaciones de calidad...

Tampoco se pedía a las empresas contratantes estar al corriente de sus obligaciones tributarias ni con la seguridad social, no había convenios colectivos para los trabajadores que prestaban sus servicios en la radio y televisión públicas y no se aprobaron ni depositaron en el registro mercantil las cuentas anuales.

Iñaki Álvaro Lavandera, diputado del PSOE, denunció la "lentitud extrema" de la Audiencia de Cuentas, la mala calidad del informe y la escasa contundencia ante tanto incumplimiento y uso indebido de fondos públicos, con pagos de alquileres por encima del precio de mercado, compras de programas que no se emiten o el patrocinio a la empresa de la que procedían tanto Guillermo García como su sucesor, Santiago Negrín, en referencia a Radioclub Tenerife.

"Ahora es un periodo distinto, aunque con comportamientos muy similares", advirtió Lavandera en referencia a la actual etapa de José Carlos Naranjo como administrador único del ente,

También la diputada de Nueva Canarias Esther González denunció que en RTVC "parece que nada ha cambiado" en esta última etapa en cuanto a la opacidad y el obstruccionismo ante la labor de control que tiene que ejercer el Parlamento.

Al igual que el representante del PSOE, Esther González consideró que el informe de la Audiencia de Cuentas es "muy decepcionante y de escasa calidad", si bien reconoció que Pedro Pacheco "se lo encontró hecho".

El informe evidencia "una gestión desastrosa e ineficiente", con el ente contratando a quien quiere, al precio que quiere, sin premisas de ningún tipo, sin informes jurídicos, sin negociar contratos ni estándares de calidad, unos malos hábitos que según la diputada de NC continuaron en la etapa de Santiago Negrín que es preciso fiscalizar también.

Para José Tomás Estalella, del PP, el informe deja claro que RTVC era "un chiringuito" en el que se daba "dinero a amiguetes" mediante prácticas arbitrarias de contratación y nulo respeto a las normas, hasta el punto de que no hay prácticamente ni un solo contrato sin defectos.

La portavoz de Podemos, Noemí Santana, denunció el descrédito a que se ha llevado la radiotelevisión pública y el daño profesional que ha sufrido por unas prácticas completamente escandalosas desarrolladas sin control ni interno ni externo.

Jesús Ramos, de ASG, también denunció la tardanza del informe de la Audiencia de Cuentas, que no sirve sino para constatar el fracaso de una gestión, y subrayó que es preciso en la nueva legislación articular un órgano de control que impida el "poder absoluto" de ninguna persona.