La Consejería de Industria del Gobierno regional estudiará si es real la denuncia de Abel González, de CCOO y uno de los integrantes del comité de empresa de la compañía Applus Iteuve Technology (con 5 estaciones en las Islas), sobre la reducción del tiempo de control de los coches, camiones y guaguas para superar las pruebas de Inspección Técnica de Vehículos. La medida se le anunció ayer a este periódico tras intensificarse en las últimas jornadas los avisos y advertencias sobre esta creciente práctica en las 30 estaciones actuales en el Archipiélago con motivo de la nueva ley del subsector, aprobada el pasado miércoles, si bien esta situación se ha ido agravando según González desde hace tres años.

En la mañana de ayer, unas declaraciones de este sindicalista a la Ser encendieron las alarmas en la consejería como no había ocurrido hasta ahora, pese a que González asegura que le ha informado al Gobierno desde hace años, mediante diversos escritos, y aunque grupos como el PSOE y Podemos, a través de Gustavo Matos y Francisco Déniz, llevan buena parte de la legislatura advirtiéndolo durante la tramitación de la nueva norma.

La polémica de ayer se centró, sobre todo, en si la situación, que se relaciona con la liberalización del subsector y la aparición de más estaciones y competencia, hace que los controles en las guaguas escolares se hayan reducido hasta poner en riesgo la seguridad. Es lo que sostiene González y han avisado el PSOE y Podemos en el Parlamento desde hace tiempo. El sindicalista, además, se ratificó ayer en declaraciones a EL DÍA en que esa reducción ha sido de una hora de media en cada guagua antes de obtener la pegatina de la ITV como superada a apenas 15 o 20 minutos. Eso sí, matiza que esto no solo está ocurriendo con las guaguas de alumnos, sino con los vehículos en general: transporte discrecional, camiones y todo tipo de turismos.

La consejería subraya que no le constan irregularidades y niega que hayan sido notificados de esta situación o recibido algún escrito. Además, recalca que se trata de controles robotizados y garantizados por máquinas, aparte de que se le realizan hasta 4 inspecciones a cada una de las 30 estaciones existentes ahora. No obstante, y ante la pregunta de si les consta la reducción del tiempo de control, se afirmó a EL DÍA que realizarán un análisis exhaustivo desde ahora para comprobar si se está produciendo y, en tal caso, tomarán medidas.

Frente a la visión de CC, PP y ASG, que respaldaron el pasado miércoles la ley que regulará las ITV en las Islas, el resto de grupos abogaban por tratar de garantizar las condiciones de los trabajadores y territorializar el servicio para que no se concentren en ciertas zonas muchas estaciones, frente a áreas de las Islas sin ninguna. CC siempre ha advertido de la experiencia catalana y de la intervención de la UE, remarcando que no podían limitar la competencia sin arriesgarse a recursos que desmontasen la nueva normativa.

Sin embargo, el PSOE y Podemos han recalcado hasta ahora que la liberalización que ya se ha dado, y que ha elevado el número de estaciones a 30 (algo muy resaltado por el PP), ha ido en contra de la calidad, los controles, la seguridad y las condiciones laborales. Entre otras cosas porque, según se esgrime y ratifica González, las empresas adjudicatarias tratan de fidelizar al máximo a los clientes y saben que si son muy estrictos para que los vehículos pasen los controles, si obligan a muchos a tener que hacer correcciones leves o graves, así como si tardan demasiado para atenderles, buscarán otra alternativa la próxima vez ante la competencia existente. González, además, asegura se están dando diferencias salariales, problemas para cuadrar bien los turnos o que no haya, al menos, desajustes, dificultades para lograr vacaciones en verano y otras degradaciones en la calidad del trabajo que antes tenían. Por supuesto, cree que todo va en contra de la seguridad y teme que, con la nueva ley, la situación aún empeore más.

La consejería, por su parte, asume que tendrá que analizar hasta qué punto se da esa reducción de los tiempos de las pruebas, aunque subraya que no le constan incumplimientos de las exigencias fijadas y de los controles mecanizados. Sobre esto, González afirma que, aunque salgan en los análisis de cada vehículo, en realidad muchas veces obvian o minimizan partes de los controles por dichas presiones.