Yo he visto cosas que no creeríais. He visto máster en llamas junto a las puertas del Congreso. Y tesis doctorales cruzando la inmensidad del espacio y diciendo que 180 aviones cuestan diecinueve veces el PIB de España. He visto mociones de censura que derriban a un presidente que está tomando güisquis en el reservado de un restaurante de lujo donde no hay televisión.

He visto un país que olvidó volver a recordar. He visto una sociedad que decidió reconciliarse, empezar a dividirse de nuevo entre quienes piensan que tienen la razón y quienes piensan que la razón la tienen ellos. He escuchado gritar "libertad sin ira" y he oído cantar con la ira en el corazón. He visto en el teatro y en el cine y en la calle a los artistas hacer todo tipo de transgresiones provocadoras mientras la gente respiraba el aire de una nueva cultura que nos hacía europeos y veo ahora a los cantantes y a los artistas pasar por los juzgados para ser condenados por expresar sus burlar y sus críticas demoledoras.

He visto a gente que pensaba que la política y los políticos eran lo mejor que le había pasado a este país. Y les he visto acudir ilusionados a votar pensando que aquellos en quienes estaba confiando iban a cambiar España. He visto cómo pasábamos del "seiscientos" al monovolumen y del pluriempleo al milagro económico y después al paro. He visto florecer un país europeo donde la clase media se adueñaba de las calles con sus teléfonos móviles y sus tabletas y sus ordenadores. Y luego los vi empeñarse hasta las trancas con casas que no podían pagar y créditos que les asfixiaban.

He visto directores de cine españoles ganar un oscar. Y actores y actrices que llevaron el acento español hasta la meca del cine norteamericano. Y he visto a los atletas españoles ganar el oro en las olimpiadas. Y a la selección española ganar un mundial de fútbol de los que nunca ganábamos ni en las épocas más gloriosas. He visto crecer a nuevas generaciones que nunca conocieron lo que era hablar a escondidas y pasarse los libros prohibidos de mano en mano como un tesoro. He visto a los rojos llegar al poder solo un poco después de que un guardia civil intentara dar un golpe de Estado. Y les vi hacer ese cambio que estábamos esperando. Y vi florecer por todas partes una nueva sociedad sin complejos que se trataba de tú a tú con aquellos europeos que durante tantas décadas nos dieron envidia.

Todo lo que somos está diluyéndose lentamente en la mediocridad. En el escándalo permanente de un país convertido en una corrala. En una clase política, profesional del cargo público, que no se respeta a sí misma. En viejos odios de viejos colores. Todo esto que somos lleva camino de perderse como lágrimas en la lluvia. Porque la lluvia en España ya no hace crecer la hierba, sino la hiedra venenosa.