Inmersos desde hace tiempo en una guerra de cara a los próximos comicios, al presidente del Cabildo, uno de los hombres mejor formados de CC y que tiene todo Tenerife en su cabeza, su contra política le está atacando por una cuestión que no es su responsabilidad directa, pero que cala en cada uno de los tinerfeños: las infraestructuras. Y al referirnos a las infraestructuras nos referimos a las carreteras, los viarios y las terminales de los aeropuertos, más concretamente el del Sur, porque el del Norte es un poco de juguete. El gran peso de la industria turística de Tenerife llega por el Reina Sofía, una terminal absolutamente obsoleta, que necesita de un plan de reconversión urgente, más allá de una determinación sobre qué hacer con su pista. Todos somos sufridores de las infraestructuras que en algún momento el Cabildo de Tenerife dejó en el limbo, pero no son responsabilidad de Alonso. Ya Ricardo Melchior lo achacaba a los recortes y el pasotismo más que absoluto, echándole la culpa a la crisis de los gobiernos centrales del PSOE y el PP en torno a enviar los fondos comprometidos para carreteras y aeropuertos. Porque si somos certeros, ¿qué más le dan las infraestructuras de Tenerife al Gobierno central en crisis?: nada.

¿Qué hacer pues? Más allá de las homilías de Óscar Izquierdo, presidente de los constructores y parte activa por la cuenta que le trae en construir, los vecinos del Norte y del Sur y parte del sector turístico están que trinan. Y pusieran a quien pusieran al frente de la Institución insular, esto a día de hoy no tiene más solución que ejecutar, asunto que CC tenía pactado con el PP, algo que, tras la moción de censura, el nuevo ministro de Fomento, Ávalos, se niega a facilitar, y toda la carne en el asador la está poniendo Carlos Alonso. Si alguien tiene otra alternativa que la argumente, que venga, que con dos timbales la ponga encima de la mesa, porque aquí mucho lirile, pero poco lerele. Y hoy, no hay más. Y ya que hemos esperado 25 años, bien vale la pena esperar alguno más. Lo cierto es que en la campaña, las ráfagas de metralleta irán contra Carlos Alonso en las infraestructuras. Y no es justo aludir a algo que nadie, sobre la marcha, puede arreglar.

@JC_Alberto