La Comisión Europea ha presentado este martes una serie de "ideas iniciales" de cara a la futura reforma de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que presentará a sus socios internacionales en la reunión de este jueves en Ginebra y con las que busca "modernizar" el organismo y adoptar sus normas a los "desafíos" de la economía mundial.

La comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, ha defendido en una rueda de prensa que la OMC ha proporcionado durante décadas un marco de estabilidad internacional y ha subrayado que ha sido "uno de los organismos más exitosos para resolver disputas" entre países.

Sin embargo, ha advertido de que este cuerpo internacional vive "su crisis más profunda" como resultado de la ausencia de normas que regulen nuevas actividades económicas y por la existencia de normas desactualizadas.

Así, el Ejecutivo comunitario cree que el desarrollo de nuevas normas sobre comercio "no se ha producido en sintonía con los cambios económicos, políticos y tecnológicos. En concreto, considera que las subvenciones que distorsionan el mercado, frecuentemente canalizadas a través de empresas públicas, no están "adecuadamente reflejadas" en las reglas comerciales internacionales.

También critica que la OMC "está cada vez más sobrecargada por la rigidez de los procedimientos y los conflictos de interés entre los países", que la rama que resuelve los litigios comerciales "está a punto de quedar paralizada por el bloqueo de los nombramientos de nuevos miembros" y que el órgano de supervisión se encuentra "amenazado" por la falta de transparencia de muchos países.

"La OMC no es capaz de funcionar eficientemente con estos comportamientos y por tanto no somos capaces de garantizar la igualdad de oportunidades para nuestras empresas. La OMC debe adaptarse o estará en serios problemas", ha avisado la comisaria sueca, antes de añadir que la Unión Europea debe asumir en este contexto "un papel de liderazgo".

De este modo, Malmström ha explicado que la UE propone actualizar las reglas existentes o introducir otras nuevas, abordar la cuestión de las transferencias forzadas de tecnología e incluso sancionar a los miembros de la OMC que no cumplan con sus obligaciones.

El documento de reflexión que ha presentado el Ejecutivo comunitario ya ha sido consultado con las capitales y, aunque no se trata de la posición definitiva de la UE, aborda tres ámbitos, que son la actualización del código normativo, el refuerzo de la función de supervisión y la superación del "estancamiento" del sistema de solución de diferencias.

Bruselas ha recordado que ya ha empezado a colaborar con Estados Unidos y con Japón en la reforma de la OMC en el marco de debates trilaterales, con China en un grupo de trabajo específico y con otros socios en la reunión de ministros de Comercio del G-20.