Un vídeo en el que se ve a Nicolás Maduro junto a su esposa, Cilia Flores, en un conocido restaurante de carne en Turquía ha encendido las redes sociales y es el tema de hoy en las calles de Venezuela, pues el país que gobierna atraviesa la peor crisis de su historia y sus ciudadanos cada día comen menos.

La grabación fue publicada en una red social por el popular chef del restaurante, quien es seguido por millones de personas en todo el mundo por compartir su particular estilo de preparar carne, así como escenas de su vida.

En las imágenes se ve a Maduro y a Flores contemplando cómo el chef prepara unas jugosas costillas de cordero que se van comiendo al instante, y también al presidente venezolano degustar un puro mientras observa una camiseta que le fue regalada con la cara del cocinero impresa.

En otra toma se ve una lujosa caja de puros personalizada, con una placa dorada en la que se lee "Nicolás Maduro".

Políticos, artistas y otras personalidades venezolanas han levantado la voz en las redes sociales para manifestar su repudio a esta visita de Maduro y Flores al restaurante del mediático chef.

El vídeo, que poco tiempo después fue retirado por el cocinero de sus redes, no habría generado escándalo alguno de no ser porque Venezuela atraviesa una crisis que se traduce en escasez de medicamentos y de alimentos, incluida la carne, y el fallo de todos los servicios.

La peor cara de la crisis es la pérdida de poder adquisitivo de los venezolanos, muchos de los cuales dicen hoy que deben decidir entre adquirir el material escolar de sus hijos al inicio del curso o comprar comida, pues no pueden costear las dos cosas.

Hoy Maduro envió saludos a su "amigo Nusr-Et", el chef, a quien aseguró que no conocía antes de esta visita, y agregó: "Camarada, muy pronto vuelvo a Estambul".

Afirmó que el chef fue muy amable, que se dieron cientos de abrazos y que en su visita al restaurante estuvo sentado en la silla de un sultán.

Desde las filas que se forman ante los bancos para sacar el escaso efectivo que hay, desde las que se hacen frente a los comercios para comprar lo poco que se pueda de comida y en las del Metro de Caracas, la visita de Maduro al caro restaurante era el tema de conversación y todos los comentarios se resumían en la crítica por el "hambre" que hoy pasan los venezolanos.

Maduro fue a Turquía, aunque el destino del que informó a los venezolanos al salir era China, donde sí fue televisada la firma de una serie de acuerdos comerciales y financieros que, resaltó, permitirán al país salir de la crisis que mantiene a los venezolanos haciendo malabares para sobrevivir.

Asimismo, ha asegurado que con las medidas económicas implantadas hace casi un mes, que incluyen un incremento del salario mínimo en 35 veces el anterior y el aumento de los impuestos, Venezuela se recuperará, pese al escenario de hiperinflación que este octubre cumplirá un año.

Hace doce meses la situación en Venezuela ya era dramática, como indicaron las principales universidades del país con un estudio que reveló que en 2017 el 61 % de los venezolanos pasó a vivir en pobreza extrema y perdió más de 10 kilos de peso. Todo eso, sin hiperinflación.

Entretanto, en las calles el paisaje es desolador: las bolsas de basura son revisadas a diario por personas que esperan encontrar algo comestible en su interior y los ancianos amanecen haciendo cola en bancos para poder cobrar su pensión y, desde ahí, ir de farmacia en farmacia para intentar encontrar algún medicamento.

Los anaqueles de los supermercados están prácticamente vacíos mientras las avenidas y carreteras tienen cada día menos tráfico porque el transporte público prácticamente ha desaparecido y la escasez de repuestos o su altísimo coste son razones que impiden a muchos usar el vehículo particular.