El compositor, pianista y profesor de música tinerfeño Gustavo Díaz-Jerez (Santa Cruz de Tenerife, 1970) obtuvo el pasado mes de julio el premio de Composición Musical Martín Chirino 2018, convocado por la Fundación del escultor, con su obra "Spectra fractalis", que este viernes será interpretada por la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC) en el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria.

"Esta iniciativa de la Fundación, aunando la composición musical a la importante figura de Martín Chirino, me parece muy loable. Es de una gran originalidad: complementar la creación escultórica con una creación intangible, como la música; por ello creo que este premio va camino de convertirse en un referente internacional de primer orden", indicó.

Como se pedía en las bases del concurso, la pieza está inspirada en "Herramienta poética e inútil" 1956-57, la emblemática y más antigua escultura de la Exposición permanente de Chirino, que pende en solitario en un cubelo del Castillo de La Luz en Las Palmas, y a la cual acompañará para su constante audición, como parte de un premio que incluye también una medalla diseñada ex profeso por el escultor para el premio y una cuantía económica de 4.000 euros y el estreno de la obra a cargo de la OFGC.

"Lo que más me inspiró de esta escultura es su sutil movimiento bajo su apariencia estática; el modo en que se supera el antagonismo entre la máxima gravedad del hierro y la levedad que destila. He intentado ser fiel a esos sugerentes cruces en mi composición", explica Díaz-Jerez.

"Spectra fractalis", según el jurado "es una obra hecha con un nivel alto de creación, que emplea de una forma poética técnicas de modernidad, y que se adecua al espacio y la escultura".

Díaz-Jerez aseguró que el público de los dos Auditorios canarios, el Alfredo Kraus y el Adán Martín, está "entre los más respetuosos y atentos del mundo". Y lo explica: "En otros Auditorios, tanto extranjeros como de la geografía peninsular, hay interferencias, bisbiseos, toses e incluso suenan móviles. He actuado, por ejemplo, en China y en Japón, y es curioso observar que, mientras los japoneses guardan un silencio sepulcral, a los chinos se les siente desde el escenario. Pero no conviene generalizar: hay Auditorios formidables en todas partes".

Entre los que le han satisfecho especialmente, el músico, compositor y docente tinerfeño señaló el Musikverein de Viena, "un espacio excelente en todos los sentidos", y el de Zaragoza, "que tiene una acústica fuera de serie, de los mejores que he conocido".