Como si de una canción de Georgie Dann se tratara, el título de la canción del verano podría ser "La tortuguita". Ayer llegaba a los medios de comunicación la siniestra noticia de que una joven británica acudió al centro del Mojón, en el sur de Tenerife, con grandes dolores en sus zonas genitales. Tras hacerle una ecografía de urgencia, los facultativos no daban crédito a lo que divisaban. La joven tenía una tortuga introducida en sus partes bajas. La noticia ha recorrido hasta el último rincón, con preguntas tan obvias como de qué manera una tortuga puede introducirse en las partes bajas de una fémina. La inglesa no recordaba nada, únicamente que salió con unos compatriotas y al día siguiente un dolor horroroso invadía sus partes bajas. Y yo le propongo a Iker Jiménez y a "Cuarto Milenio" que investiguen el transitar de las tortugas de nuestro sur, ávidas de nuevas y rocambolescas aventuras.

No es nada nuevo el comportamiento de los hooligans en nuestro territorio, y si ella no es consciente de cómo el animal emprendió un rumbo más que aventurero, lo que toca es pensar en qué tipo de droga le pudieron administrar a la interfecta o quizás ella misma para no enterarse de que una tortuga entraba por sus bajos como si lo hiciera por la cueva de los verdes. El animal fue extraído muerto, a saber por qué. Haya pasado lo que haya pasado, la noticia ha acaparado medios nacionales e internacionales, y lo único que cabe decir es que esta caterva de ingleses están locos de atar, porque esta testudines no entra solo por la entrepierna de la inglesa al estilo Indiana Jones. Las autoridades están en ello y esto por morboso y extraño ha sido la comidilla en el día de ayer. Oye, y va a tener razón el Cabildo cuando rezaba aquel eslogan de "Tenerife, disfruta de todo". Qué visitantes tan degenerados tú. Te los regalo. Ay Georgie, ven y haz una canción porfa.

@JC_Alberto