El 16 de diciembre de 2014, el "Central Board" de la Federación Internacional de Baloncesto -FIBA- eligió por mayoría la candidatura de España -derrotó a la de Israel- de cara a organizar la Copa del Mundo Femenina de 2018.

Poco más de dos años y medio después, el 17 de julio de 2017, se alcanzó un principio de acuerdo entre las instituciones regional, insular y local con la Federación Española de Baloncesto -FEB- para que el Pabellón Quico Cabrera de Santa Cruz de Tenerife y el Pabellón Santiago Martín de La Laguna acogieran la cita. Dos días después, el entente fue escenificado en la Ciudad de los Adelantados.

Después de poco más de un año de trabajos a contrarreloj, con el foco puesto en las infraestructuras insulares, hoy llega el día más esperado: el del comienzo del mayor evento deportivo que haya acogido jamás la Isla.

Hasta el próximo domingo 30 de septiembre, buena parte de las mejores selecciones del planeta pugnarán a brazo torcido por colgarse el oro de la decimoctava edición del Mundial.

Dieciséis combinados que se desglosan en seis europeos -la anfitriona España, Letonia, Bélgica, Turquía, Francia y Grecia-, cuatro americanos -la vigente campeona Estados Unidos, Argentina, Canadá, y Puerto Rico-, cuatro asiáticos -Australia, China, Corea del Sur y Japón- y dos africanos -Senegal y Nigeria-.

Todos apuntan a la selección norteamericana como la gran favorita para alzarse con su décimo entorchado planetario. No es para menos, ya que arriba con grandes nombres, aunque también con bajas. La selección española, vigente subcampeona mundial, es una de las principales alternativas, aunque también lo son los combinados australiano, francés, otomano, canadiense...