El padre acusado de matar con una pala metálica a su hijo de 11 años en 2017 en el municipio de Oza-Cesuras (A Coruña) dijo ayer en el juicio que "es imposible que conscientemente hubiese hecho eso", pero el "odio" que percibió en la mirada del niño le "estimuló algo" y dijo no recordar nada. "Ese fin de semana (7 de mayo) empezó el viernes y terminó para mí el viernes", afirmó Marcos M. ante la sección primera de la Audiencia Provincial, donde respondió a las preguntas del Ministerio Fiscal, la acusación particular y su defensa.

Durante su declaración, aseguró que lleva meses pensando qué es lo que sucedió pero, dijo, "es imposible que conscientemente hubiese hecho eso". De las pocas cosas que dice recordar en la fecha del crimen es que acudió al punto de encuentro para recoger a su hijo, quien "me miraba con cara de odio y me dijo que no iba a volver más".

"Su enfado y odio me estimuló algo... y no recuerdo nada", añadió el acusado, que negó haber pegado nunca al menor.

"Yo en estado normal no mato a mi hijo", agregó.

La madre del niño asesinado, que declaró tras un biombo, afirmó que antes de divorciarse de Marcos M. "la convivencia no era buena, salía y se ponía violento verbalmente. Le tenía miedo".

Asimismo, aseguró que nunca llegó a pensar que fuese a pasar eso y que el día que no apareció su hijo en el punto de encuentro sólo creyó que su exmarido no lo había llevado porque "no me quería dejar pasar el Día de la Madre con él".

La Audiencia Provincial de A Coruña acoge hasta el jueves la vista por el asesinato de este niño de 11 años, -golpeado con una pala metálica-, en concurso con un delito de lesiones psíquicas.

El Ministerio Público solicita la prisión permanente revisable al entender que la única finalidad del presunto parricida era la de causar daño a su mujer -madre del pequeño- por no haber aceptado reanudar la relación sentimental con él.

Según la Fiscalía, ideó un plan y lo ejecutó fríamente, sin importarle la vida de su hijo y haciendo lo posible para que el menor no pudiese ser socorrido.

Por su lado, la fiscal aseguró durante la sesión que la intención del acusado era "causar el mayor daño posible a su mujer y para ello no le importaba acabar con la vida de su hijo de forma brutal".

La fiscalía y las acusaciones, incluidas la particular y la popular, también recordaron el día de la muerte del menor, puesto que "no eligió un día cualquiera, eligió el Día de la Madre".

La fiscal y las abogadas de las diferentes acusaciones están convencidas de que Marcos M. tenía todas sus facultades el día del asesinato y que así lo evidenciarán las pruebas que se presentarán.

Enfermedad psíquica

La defensa alega enfermedades psíquicas de su patrocinado para eludir la prisión y pide su ingreso en un hospital psiquiátrico. Su abogado defensor, Alejandro Espinosa, insistió en que el acusado "tiene diagnosticadas siete enfermedades psíquicas, abusaba del alcohol y llevaba semanas sin tomar la medicación". La defensa también señaló que Marcos M. nunca reconoció los hechos y vive realidades diferentes.