Llenan teatros y salas y llevan cerca de 40 años inundando de risas el país y gran parte del extranjero, es el trío cómico Tricicle que defiende la risa como una terapia, ya que como defiende uno de sus integrantes, Joan Gràcia, "reírse de uno mismo es la base de la tolerancia y la felicidad".

Por eso, anima a todos los ciudadanos a desarrollar la capacidad de reírse más de sí mismos como forma de acabar con las susceptibilidades, envidias y celos y sostiene, en una entrevista con la agencia EFE, que en una sociedad en la que impera el buen humor "el 50 por ciento de los problemas desaparecen".

Carles Sans, Joan Gràcia y Paco Mir componen este trío que se encuentra inmerso en su gira de despedida con el espectáculo "Hits", que reúne 17, de una selección de las cuarenta mejores escenas humorísticas de su trayectoria profesional y que hoy recala en el teatro Juan Bravo de Segovia.

Desde los entresijos de un partido de tenis o la impaciencia que reina en la sala de espera de un dentista, hasta el desconocimiento en los orígenes del ser humano o el esfuerzo de Miguel Induráin para proclamarse campeón del Tour de Francia tienen cabida en su repertorio.

Gràcia reconoce que muchas de esas escenas cortas se han convertido en iconos imitados por sus seguidores y para ellos uno de los más especiales es el que alude a la canción de Julio Iglesias, ''Soy un truhán, soy un señor'', ya que fue el primero con el que aparecieron en televisión y dieron el salto a la popularidad.

Temas y acciones cotidianas y tradicionales, como una caída o un golpe, siguen desatando la risas de un público que siempre ha sido muy heterogéneo "desde una señora vestida con pieles hasta un punky", con un humor que capta a espectadores de todas las edades, que van de niños a abuelos, detalla el humorista, actor y guionista.

Sus espectáculos no obstante han evolucionado, tratando de buscar nuevos entornos, personajes diferentes e indagando en temáticas y soportes, aunque eso sí, siempre bajo el paraguas de la cotidianeidad humana que permite que esas escenas cortas tengan vigencia 40 años después.

Gràcia refiere que tanto el tipo de humor como la forma de llevarlo a los escenarios ha cambiado mucho desde los años 80, momento en el que la ironía era "más política" y el humor "más trasgresor", lo que ha achacado a un retroceso en la libertad de expresión, aunque no ha sido su caso, puntualiza.

Advierte, en esa línea, de que la denuncia a través de las redes sociales de numerosos colectivos está llevando a una "autocensura" que es "poco adecuada" para el mundo de la creación.

La comedia es una buena herramienta para la crítica, sin embargo, el objetivo de Tricicle nunca ha sido ahondar en los mensajes subliminales de cada historia sino, llegar "a todo el mundo" y tratar de que se diviertan porque defienden que el humor "no tiene que poner problemas en la cabeza al espectador, sino hacer que se olvide de ellos".

La gira "Hits" está dejando en los miembros de la compañía sentimientos "encontrados", ya que después de 40 años de teatros, camerinos, hoteles, trenes y aviones que les llevaban lejos de casa y de su familia hay un "cierto cansancio", según el cómico, quien confiesa que no obstante ver los teatros abarrotados les sigue produciendo una gran nostalgia.

"Esto no es un adiós, no es una retirada al asilo, solo es un cambio de etapa", defiende, y confía en que puedan seguir vinculados al teatro a través de la producción y dirección de obras.

Ello en un nuevo periodo en el que seguirán aportando ese estilo propio difícil de imitar, que ha sido una de las claves de su prolongado éxito, en el que también ha tenido mucho que ver su capacidad para mantener la frescura del primer día, ya que, "el momento creativo necesita la frescura de un niño" porque "el ser humano nunca debería dejar jugar", concluye Gràcia.