Canarias ha recibido en los últimos 17 días, desde el 16 de septiembre, a 119 inmigrantes en siete pateras, según datos oficiales. De acuerdo con el balance a 30 de septiembre facilitado ayer por el Ministerio del Interior, en la segunda quincena de ese mes llegaron dos pateras a Gran Canaria y una tercera a Lanzarote con un total de 48 personas a bordo. A ese recuento, se suman los 33 varones de origen magrebí que arribaron el lunes, en dos pateras a las costas del norte de Lanzarote, los 22 rescatados ayer por la mañana por Salvamento Marítimo camino de Gran Canaria y los 16 que desembarcaron ayer por la tarde en Haría, también en Lanzarote.

Hasta el pasado 30 de septiembre, habían llegado a las Islas por mar 659 inmigrantes, 522 más que en el mismo período de 2017, lo que supone casi multiplicar por cinco las cifras del año pasado (+381 %). En total, en ese periodo arribaron a Canarias 30 pateras o cayucos, 19 más que en 2017 (casi el triple, +172 %).

La delegada del Gobierno en Canarias, Elena Máñez, señaló ayer que el cambio de tendencia que se ha producido en la zona del Mediterráneo ha centrado la presión migratoria en las costas de Andalucía, Ceuta, Melilla y Canarias. En este sentido, consideró que "era previsible que la presión" en otras fronteras acabara desviando la "presión" migratoria hacia España. Por ello, indicó en declaraciones a los medios que "hay que seguir trabajando en coordinación y responsabilidad" como, apuntó, se está haciendo desde los ministerios de Interior y Exteriores, y pidió "no generar alarma social porque para eso hay mucha" gente trabajando en la gestión de los flujos migratorios. Máñez recordó que son "mafias" las que están usando a personas en situación de vulnerabilidad, se aprovechan de su situación, de ahí que incidió en la necesidad de "luchar contra ellas".