Historiadores de la Universidad de Bristol han descubierto nuevas evidencias convincentes sobre la primera expedición liderada por Inglaterra a América del Norte en 1499. Estaban escondidas en lo profundo de enormes rollos de pergamino y solo legibles mediante el uso de luz ultravioleta.

Hace nueve años, Evan Jones, del Departamento de Historia de la Universidad, publicó una carta perdida del rey Enrique VII que reveló que William Weston, un comerciante de Bristol, estaba preparando una expedición a la "nueva tierra encontrada" con el apoyo del Rey.

Su aventura fue solo un año después de que Cristóbal Colón alcanzase por primera vez tierra continental de América del Sur y dos años después de que el explorador veneciano Juan Caboto llegara a América del Norte desde el puerto inglés de Bristol.

El resultado de la expedición definitiva de Caboto en 1498 es desconocido, y no está claro si alguno de los barcos regresó. Eso puede explicar la voluntad del rey Enrique VII de enviar otra expedición al año siguiente, dirigida por uno de los oficiales de Caboto, en este caso Weston.

"Los viajes de Caboto han sido famosos desde la época isabelina y se utilizaron para justificar la posterior colonización de Inglaterra en Norteamérica. Pero nunca hemos conocido la identidad de sus partidarios ingleses. Hasta hace poco, ni siquiera sabíamos que hubo una expedición en 1499", declara Jones.

Jones, junto a Margaret Condon, del Cabot Project de la Universidad de Bristol, ha descubierto que Weston recibió una recompensa de 30 libras del Rey en 1500 como contribución a los gastos del comerciante por su exploración de la "nova terra" (la nueva tierra'').

La recompensa fue equivalente a una paga de aproximadamente seis años para un obrero común, lo que sugiere que el rey estaba satisfecho con el resultado.

La entrada clave fue el resultado del minucioso trabajo de detective de Condon, que rastreaba registros fiscales oficiales. Cada uno toma la forma de un enorme rollo de pergamino, hecho de la piel de más de doscientas ovejas. Cada ''membrana'' en este rollo tiene dos metros de largo, mientras que lo escrito en sí era tan débil que solo es legible bajo luz ultravioleta.

Los autores, que publican su estudio en la revista ''Historical Research'', revelan además que Caboto y Weston recibieron recompensas en enero de 1498, luego de una audiencia con Enrique VII. Parece que los dos exploradores trabajaron juntos mucho antes de que Weston partiera en su expedición de 1499.

Weston fue probablemente uno de los "grandes marineros" sin nombre de Bristol descritos por diplomáticos y comerciantes italianos en el invierno de 1497/8. Las cartas que los italianos enviaron a casa desde Londres confirman que Caboto tenía compañeros de Bristol en su expedición de 1497 y afirman que sus partidarios del puerto eran "los hombres principales" detrás de la expedición de 1498. Caboto desapareció en aquella expedición definitiva a América del Norte, dotada de cinco buques.