Jesús Agüín (La Laguna, 1967) sorprende casi tanto como el sitio que elige para la entrevista -la tasca Viana 61, en La Laguna- y hasta la consumición: un batido de mango e higo pico. No renuncia de la religiosidad popular, se adelanta a admitir la mala época que vive la Iglesia en Latinoamérica y rehúye que la misión que afronta desde el viernes y durante 15 días alimente su vanagloria.

¿Está de moda ser cristiano?

Depende de los ambientes y los lugares. Hay lugares donde el cristianismo tiene una presencia, una vitalidad y una fuerza interpeladora, incluso en ámbitos donde parece todo lo contrario. Hoy en general el ser cristiano no está de moda porque hay prejuicios y clichés. Hay muchas lecturas de la Iglesia que no son reales ni se adaptan al momento presente. A veces los titulares y algunas corrientes de opinión se imponen a la realidad, que es otra.

¿La visita se realiza en un momento próspero?

En la Diócesis llevamos unos años que estamos de salida misionera y tenemos un mensaje oportuno para una sociedad que busca razones para vivir y esperar. El Evangelio de Jesús sigue siendo hoy una propuesta única. El mensaje sigue siendo actual, pero depende de nosotros para que la gente se interpele y abandone los prejuicios.

¿Qué le diría a quien considere esta peregrinación como un anacronismo?

Si es gente de Iglesia le diría que Pablo VI definió la piedad popular como un instrumento único para la evangelización. La piedad popular como traer una imagen como signo para llegar a la realidad hoy es una acción pastoral misionera muy importante porque son de los pocos nexos de unión y convocatoria que tenemos con gran parte de la población que vive esta religiosidad popular. No soy partidario de eliminar esa manera de evangelizar, sino purificarla, realizarla con fuerza y sacarle todo el contenido que tiene. Anacronismo ninguno. Hoy más que nunca la piedad popular tiene un papel importante, pero no para quedarnos ahí, sino para dar saltos hacia la formación. A los que no viven la fe les hablaría de respeto a la libertad religiosa y a nuestras acciones que también tienen que ser públicas. La Iglesia no puede estar encerrada, tiene el deber y el derecho de manifestar cuáles son sus planteamientos.

¿Cuáles son los objetivos de la visita?

La visita de la Virgen de Candelaria es una acción misionera, no tiene nada que ver con temas folklóricos o porque nos encante hacer una procesión en la calle; todo eso son medios. Lo primario es lo que nos comunica la Virgen, que nos dice que Jesús es camino, verdad y vida hoy. El objetivo es evangelizar con la mayor trasparencia y presentar a Jesús como respuesta a nuestras profundas cuestiones existenciales.

¿Qué actos destacaría?

Más allá de los tres itinerarios, que es la primera vez que se realizan en los últimos años a Santa Cruz y La Laguna, hay actos muy importantes como los que están organizados en los tres centros hospitalarios, porque ahí nos acercamos a la periferia de la enfermedad y el dolor, donde la fe es un plus y un valor añadido para superar la enfermedad. Luego la programación está llena de vigilias, conciertos en la calle, celebraciones con la vida consagrada, Cáritas, exposiciones, charlas?

¿Es difícil sustituir la figura del padre Jesús Mendoza?

No estuve con él en las otras peregrinaciones, pero evidentemente tenía un perfil y una autoridad indiscutibles. Yo lo que hago es no compararme y espero que nadie lo haga. Simplemente soy un sacerdote diocesano al que el obispo le ha encomendado esta misión y lo haré lo mejor y lo más fiel posible. Y con el único objetivo de dar gloria a Dios y evangelizar.

¿Qué le parece la designación de la Virgen de Candelaria como presidenta honoraria y perpetua del Cabildo de Tenerife?

Es un acto cívico que el Cabildo ha decidido en su libertad y en su autonomía. Es un honor para la imagen de La Candelaria y la iglesia, y no entramos a valorar si los políticos tienen que hacerlo o no. Si lo han hecho, nosotros agradecidos.

¿Por qué no una visita que recorra toda la Isla?

Llevamos un año preparando Santa Cruz y La Laguna. Si me dice que tenemos que recorrer toda la Isla yo me bajo del tren. (Se ríe). Es complicadísimo. La gente no es consciente del dispositivo que estamos preparando solamente en materia de seguridad, y agradezco cómo se han volcado las administraciones, cuerpos de seguridad? Es un trabajo ingente.

¿Cuánto cuesta y quién costea la visita?

El obispo creó una comisión diocesana que se tiene que autofinanciar. Con lo que se recoja en todo el itinerario se costeará todo lo que se ha empleado para la visita. No tenemos nada de dinero público y hay una subvención para unos polos que aporta una entidad bancaria. Todo será autofinanciación. Y además la mayor parte irá destinado a la atención primaria de las Cáritas parroquiales de Santa Cruz y La Laguna.

¿Es verdad que sacan a la Virgen para recaudar dinero?

No es cierto. Las cuentas están clarísimas y yo tengo que dar informar de la economía al Obispado. Hay total trasparencia y si alguien piensa que algún aprovechamiento económico que nos pregunte y ahí está lo que se ingresa y lo que se aporta a la acción benéfica.

¿Por qué hacer la peregrinación con la Virgen de Candelaria y no con el Cristo de La Laguna?

La imagen de la Virgen de Candelaria representa una devoción mariana y María siempre es quien nos lleva a Cristo.

¿Por qué no va finalmente la Virgen a Tenerife II?

Solo tenemos el dato de que no se podía ir a Tenerife II después de haber dedicado un periodo de preparación. Quiero agradecer a la directora de la prisión todas las facilidades y el trabajo conjunto, pero se nos ha dicho que no se puede hacer en este momento y no lo vamos a hacer.

Al término de la visita, ¿por qué habrá valido la pena?

María nos trae un mensaje de vida: que podamos encontrar respuesta a las búsquedas. Peregrinar no solo es un acto externo, sino es un acto interno de búsqueda. Sería totalmente gratificante que esta acción misionera pudiese dar respuestas y sentido a la vida; que encuentren paz y que renueve y rejuvenezca la experiencia de fe de muchos. La propia Iglesia pasa ahora por momentos delicados porque a veces la humanidad desdibuja lo que realmente es auténtico. Que la Virgen de Candelaria nos ayude a renovar la experiencia de fe y de amor con Cristo, que nos haga discípulos entusiastas de Jesús y que nos lance a este mundo, con respeto pero con mucha fuerza.

El hijo de Jaime y Laudelina

¿Quién es Agüín? Así se presenta él: "Sobretodo y ante todo soy hijo de Jaime y Laudelina, tengo una hermana y amigos que en algunos casos prácticamente son mis hermanos". Descubrió su vocación desde la experiencia cristiana de la familia, en la parroquia y en grupos de La Salle.

En la Curia, trabaja en la Vicaría Judicial como Promotor de Justicia y Defensor del Vínculo y juez. En el ámbito académico, es profesor de Derecho del Instituto Superior de Teología (Istic) y en el entorno parroquial está destinado a Las Mercedes, desde hace diez años. Además, también es arcipreste de la Ciudad de La Laguna. Ahora es delegado episcopal para esta visita de la Virgen que comienza el próximo viernes.