"He podido ver y oler la felicidad". Así resume Juani Padilla, "El Patriarca" de la murga adulta Desbocados, de Cuesta Piedra, la experiencia que vivió del 22 al 29 de septiembre, con Solidarios Canarios. Fue una semana para trabajar en los remates de una escuela que abrió días atrás en la aldea de Jalo Koto, en Gambia. De los diez años de historia que cumplirá Desbocados el próximo febrero, en los últimos cinco han colaborado en proyectos solidarios, "con la boca callada y sin decir nada", cuenta Juani.

Todo comenzó cuando el director de la murga se animó a seguir los pasos de Carlos Sánchez Felipe, que pertenece al Frente Blanquiazul. Allí se conocieron hace más de veinte años. Carlos adoptó a un niño en Etiopía e inició su colaboración con la Asociación Emalaica, formada por padres adoptantes en Etiopía. Primero echaron una mano en aquel país, luego en India, a donde mandaron material escolar. Su preocupación siempre fue saber que cada euro llegaba a su destino. Y eso lo garantizaron, precisa Juani.

Hace tres años, Magi, Toño Chema y Rafa, tomando unas cañas en El Médano, acordaron constituir Solidarios Canarios. Dicho y hecho. Proyectaron la construcción de una escuela en Jalo Koto y Desbocados no dudó en prestar su ayuda. De cada acción que ha emprendido desde entonces ha destinado una ayuda económica a Gambia: un euro de cada suéter vendido, o de cada entrada de la cena de presentación de su disfraz. Eso al margen de que Desbocados tienen apadrinado a un niño, Buba Gibba, a quien por cien euros al año le garantizan la escolarización y que pueda comer y vestir.

El pasado mes de enero, y hasta abril, Rafael de la Fuente, uno de los fundadores de Solidarios Canarios, se trasladó hasta Gambia como jefe de obra para culminar la construcción de la escuela que días atrás y atiende a 93 niños.

"Nosotros somos de un barrio humilde; convivimos con personas que no tienen todo. Muchos de nosotros solo teníamos yogures en la nevera cuando cobraban nuestros padres; la ropa la heredamos de un hermano a otro. Esto de la solidaridad, no es un rollo lejano y no colaboramos con Solidarios Canarios -que están haciendo una obra enorme- para sacarnos una foto", añade Juani.

Ya en Tenerife, el director de Desbocados es categórico: "Hemos recibido más de lo que hemos dado", para explicar que durante su estancia crearon la murga infantil Desbocados, que dirige el niño adoptado por la murga, Buba Gibba. "Allí hacen dos comidas al día. Uno de ellos hice un puchero. Es una sociedad patriarcal, comen primeros los padres, luego las madres y al final los niños".

Esto es el inicio de algo muy grande. Solidarios Canarios quiere comprar unos terrenos para hacer huertos urbanos para las familias de los niños y también crear un consultorio médico. "Seguiremos dando la murga para que sea realidad", apunta Juani.