El líder del ala izquierda de los socialistas franceses, Emmanuel Maurel, ha anunciado que deja el partido por considerar que este ha sido inconsecuente con sus objetivos y compromisos con los grupos sociales más modestos, una salida que no es únicamente personal, sino una "escisión".

"Lo que anuncio no es una salida, sino una escisión. No me voy solo, sino con numerosos militantes, con cientos de dirigentes y de cargos electos" de toda Francia, indica el eurodiputado Maurel en una entrevista publicada hoy por "Le Monde".

Afirma que "el PS (Partido Socialista) ya no se corresponde a la idea que me hago del socialismo" porque "ha perdido de vista" su objetivo, que debía ser "la defensa de los intereses de las personas modestas", y la estrategia para conseguirlo.

Dice que no soporta que los principales dirigentes de la formación hablen de "dos izquierdas irreconciliables" y que no se hayan sacado las enseñanzas del mandato "calamitoso" del anterior presidente francés, el socialista François Hollande (2012-2017).

A su juicio, Hollande es "el principal" responsable del "fracaso" del PS. A él y a los que le rodean les acusa de haber contribuido al triunfo en las elecciones de 2017 del actual jefe del Estado, Emmanuel Macron.

El PS sufrió una derrota histórica en esos comicios, ya que su candidato, Benoît Hamon, quedó descalificado en la primera vuelta con poco más del 6 % de los votos. Desde entonces se han producido abandonos en cadena, como el del propio Hamon (representante del ala izquierda) o el ex primer ministro Manuel Valls (del ala derecha).

Maurel carga más ampliamente contra la socialdemocracia europea, que no solo "ha sido incapaz de encarnar una resistencia al neoliberalismo triunfante", sino que "ha acompañado el despliegue".

Lo ejemplifica con el hecho de que el grupo socialista en el Parlamento Europeo votara en favor de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión, después de haber dicho durante la campaña de 2014 que no había que hacerlo.

Preguntado sobre si al dejar el PS piensa en incorporarse a la Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, el líder de la izquierda radical francesa, evita responder directamente.

El diputado europeo, que considera "verosímil" volverse a presentar en las elecciones a la Eurocámara de 2019, indica que su estrategia pasa ahora por las "convergencias" con "los que actúan en la misma línea" y que ahí está LFI.

"Jean-Luc Mélenchon -argumenta- consiguió cerca del 20 % de los votos en las presidenciales de 2017, su movimiento es dinámico, su programa atractivo. Hay que hacer con ellos este trabajo de convergencia".