Hace ya algunos años publicamos, en este mismo periódico (EL DÍA 11-01-2015) y en prensa internacional, un artículo de opinión, al que nos vamos a referir nuevamente, pues está tan de actualidad como lo estaba en aquel entonces.

"Las recientes declaraciones del alcalde de la Villa de la Orotava, en la isla canaria de Tenerife, sobre el problema del tráfico en la autopista del Norte de la citada isla, nos han traído al recuerdo el artículo de opinión que publicamos en el periódico EL DÍA, de Santa Cruz de Tenerife, el 04 de enero del año 2005. Vamos a reproducir algunos de sus párrafos más significativos, como un ejemplo vivo de la poca importancia que los políticos de turno hacen a las bien intencionadas sugerencias de los ciudadanos comunes preocupados por la problemática de sus lugares de nacimiento o de residencia. Una situación puntual que debe servir de ejemplo en aquellos lugares del mundo donde el desarrollo poblacional presenta serias dificultades para el tráfico de vehículos y personas, que solo es comprensible conociendo -como conocemos- la forma dictatorial con la cual se manejan las fórmulas de gestión de las administraciones públicas en Canarias".

"Quienes conocen las obras existentes en las ciudades de Sao Paulo o Caracas -por poner solo estos ejemplos-, o las vías que unen Sao Paulo con Río de Janeiro, no se asombrarán de la idea de proponer una solución aérea al problema que comentamos. Calles, carreteras y autopistas de dos pisos las tenemos en estos puntos que señalamos, cuyas obras figuran, incluso, en los más prestigiosos manuales internacionales de los estudios de ingeniería".

"La obra emblemática de una Autopista del Norte -como la conocemos popularmente- en la isla de Tenerife, con dos pisos, no parece ofrecer, a primera vista, ninguna grave complicación, pues los laterales de la carretera solamente sufrirían alteraciones en sus enlaces. El ahorro en las expropiaciones del terreno sería espectacular, pues las obras en su inmensa mayoría se podrían realizar sobre la misma vía existente. El valor escénico también se sumaría a este proyecto, pues analizada la trayectoria de nuestra carretera, el poder asomarse a los espacios naturales desde una altura adecuada serviría para crear miradores en ciertos lugares, conectando, además, muchos puntos que hoy están a un nivel superior y que, con esta obra, alcanzarían una privilegiada situación".

"No se produciría tampoco ningún mal efecto ecológico, pues la línea de carretera a construir coincidiría con la que existe actualmente, por lo que no deterioraría para nada el impacto visual, si bien enriquecería el mismo con una obra de ingeniería moderna, adornada con las señas de identidad canarias".

"El tema da para mucho más, pero solamente hemos querido esbozarlo como una idea posible, dentro de tantas y tantas obras, que hoy nos tienen a todos preocupados y que lo que harán, sin lugar a ninguna duda, es agravar de forma muy considerable este más que grave -valga la redundancia- problema".

Hace más de diez año decíamos esto, ahora volvemos a decir lo mismo.

Volviendo al principio de este comentario, no hemos tenido oportunidad de obtener ninguna reacción a nuestro artículo, naturalmente porque no ha sido propuesto por ningún personaje o ente político, los cuales sin embargo han destrozado buena parte de la Isla con obras de dudosa utilidad que han hecho desaparecer de forma irrecuperable unas "señas de identidad" de extraordinario e incalculable valor, algo que no se produciría con la propuesta que tímidamente hacemos sobre la solución al tráfico en la autopista de referencia.

Esta claro que el desconocimiento es el padre de la ignorancia, y que no todos podemos presumir de conocer el mundo en su desarrollo urbanístico conduciendo por la Rodovía do Emigrante, de Sao Paulo a Santos, en Brasil, en la mismísima Cota 1000 de la entrañable Caracas, o por las maravillas arquitectónicas de nuestra Brasilia? Dubai y Qatar quedan muy lejos? La canalización del río en San Antonio de Texas podía también servir de ejemplo: otra bella historia? Soñar no cuesta nada.

Unas referencias que nos traen al recuerdo la frenética actividad que vivimos en primera persona, de la construcción de la llamada Autopista del Sur, con sus cientos de puestos de trabajo de día y de noche, que produjeron un movimiento espectacular en todo la Isla y, por supuesto, el pleno empleo.

El poeta hondureño Ramón Ortega (1885-1932) publicó unos versos, allá por esos años, que vamos a reproducir, dedicados a quienes creen que la corrupción es un "invento" nuevo, y que aclara mucho sobre las obras públicas y el desarrollo mundial del tema.

"Yo no quiero mirar lo que he mirado/ a través del cristal de la experiencia/ el mundo es un mercado donde se compran/ honores, voluntades y conciencias"?

En un punto de reflexión, ¿qué podía ser Honduras en esos tiempos? ¿Habría alguna carretera asfaltada? A este poeta lo tenían por medio loco? Ironías de la vida?

*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones Unidas (ONU)