El bajo hace sonar los acordes de la "Pequeña serenata nocturna", una de las melodías más conocidas del genial Mozart. Casi de una manera encadenada, las cuerdas reproducen "Busca lo más vital", de la película "El libro de la selva", y continúan con el rítmico "We will rock you", del grupo Queen, que los chicos acompañan con palmas, para terminan con un tema de heavy metal de la banda Saratoga.

El escenario de esta particular "tocata" fue el colegio Chamberí, en la capital tinerfeña, que acogió una clase magistral impartida por el bajista Niko del Hierro (Carabanchel, Madrid, 1966), fundador de la banda Saratoga y considerado por las revistas especializadas uno de los mejores bajos del panorama musical español.

Niko comenta que de chaval estudió solfeo, guitarra clásica y piano, hasta que un buen día decidió pasarse el bajo, instrumento que aprendió a entender de una manera autodidacta.

Su primer concierto en público lo dio en la iglesia de su barrio y, desde entonces, ya se sintió atrapado por los sonidos del rock, formando grupos hasta consolidar la apuesta definitiva de Saratoga y su vibrante heavy metal.

Aprovechando la presencia de esta banda en el Taco Rock Festival, el profesor de música del Colegio Chamberí de la capital tinerfeña, Carlos González, le propuso a Niko del Hierro la posibilidad de impartir una clase magistral a varios grupos de alumnos, y el músico no dudó ni un momento en colgarse el instrumento.

"Llevo unos 36 años tocando y, en este tiempo, he percibido cómo se ha ido desarrollando la pedagogía musical en los centros escolares. Y, tristemente, me queda la impresión de que cada vez hay menos músicos".

Con todo, subraya que, afortunadamente, el colegio Chamberí se aleja de esa pauta monocorde que supone hacer música exclusivamente con la clásica flauta dulce. "En este centro me he encontrado con la agradable sorpresa de que se dan clases de guitarra, teclados y también percusión".

Sobre los programas de televisión dedicados a la música, entiende que "le dan una importancia exagerada a los cantantes, que por supuesto la tienen, pero hay una serie de instrumentos imprescindibles para que suene la melodía".

Cuando sube al escenario en "modo profesor" se plantea como fundamento desarrollar la enseñanza desde una clave divertida. "Intento no aburrirlos y siempre les insisto en que hay dos tipos de música: la buena y la mala".

Y así lo entendieron los cerca de 200 alumnos que, distribuidos en dos grupos, asistieron a la clase y que, de manera casi improvisada, le plantearon al músico preguntas como: ¿En qué te basas para escribir tus canciones?; ¿de pequeño soñabas ser bajista?; ¿a qué edad empezaste?; ¿cómo se vive profesionalmente una carrera musical?; ¿cuánto tardas en componer?; ¿cuál es tu canción favorita? y un largo etcétera.

Carlos González, profesor de Música, señala que el centro ofrece como actividades extraescolares enseñanzas de violín, flauta travesera, percusión, timple, guitarra eléctrica y bajo. Eso sí, lamenta que las enseñanzas musicales sólo dispongan de 50 minutos a la semana de clase, "muy poco", sin duda, cuando a su juicio representa una actividad artística y cultural que potencia las virtudes y habilidades que los niños pueden desarrollar.

Niko del Hierro Cano

músico, fundador del grupo saratoga

Carlos González

profesor de música del colegio chamberí