La parada cardiaca le puede llegar a cualquiera, en el momento menos esperado. Puede pillarnos en casa, haciendo la compra o lavando el coche. De hecho, es en estas situaciones cotidianas en las que más se dan las paradas cardiorespiratorias, concretamente en un 80% de las ocasiones.

En Europa se producen cerca de 350.000 paradas anuales y en España, esta cifra asciende a las 10.000 al año, es decir, unas 100 diarias. El problema, como incidió Juan José Jiménez, médico de UVI y miembro del Comité de RCP del Hospital Universitario de Canarias (HUC), es que "tan solo el 20% de las personas que está alrededor en un evento como este son capaces, o tienen nociones de una RCP básica".

Por esta razón, es necesario que todo el mundo tenga claro cómo se realiza la técnica de resucitación cardiopulmonar o RCP. El masaje del tórax junto a la inhalación de aire, son fundamentales para "estimular al oxígeno que queda en el torrente sanguíneo" en pos de que este llegue a "los órganos vitales", como explicó el cardiólogo del HUC, Pablo Jorge Pérez.

Justamente en este hospital ayer, en celebración del Día Mundial de la Parada Cardiaca, se puso a disposición de los visitantes varios talleres de RCP en la entrada del edificio de Actividades Ambulatorias. Allí, durante la mañana se pararon bastantes personas para preguntar sobre la técnica y para aprender a hacerla en muñecos de pruebas junto a los sanitarios.

"Días como este hacen que podamos reunirnos y concienciar a todo el mundo de la importancia de reconocer este tipo de situaciones de forma precoz, e iniciar las maniobras de RCP lo más pronto posible, porque nos puede pasar a todos", remarcó Pérez. Desde que la víctima sufre una parada cardiaca, el tiempo empieza a correr, y son los primeros cinco minutos los más importantes. Lo primero es alertar al 112 de la situación, e inmediatamente después comenzar con las compresiones torácicas por un tiempo mínimo de 30 minutos mientras se espera a que lleguen los servicios de emergencias. "Cuanto más tiempo tardemos en empezar a reanimar a una persona, más probabilidades hay de no recuperarla o que las secuelas sean irreversibles", explicó Pérez.

Y es que, "si tardamos más de 4 o 5 minutos en hacer algo, la probabilidad de que el paciente no sobreviva o tenga secuelas irreversibles, aumenta un 10% por cada minuto a partir de los cinco minutos", insistió el cardiólogo. Ambos especialistas incidieron en que la sociedad "debe perder el miedo", porque si todos hiciéramos la RCP, "habrían muchas vidas que podríamos estar salvando".