Los hoteles y apartamentos del Archipiélago tienen a su disposición una herramienta que les facilitará cumplir la normativa de riesgos laborales y dará "objetividad" a la aplicación de una regulación "interpretable". La guía de buenas prácticas para la evaluación y gestión de riesgos ergonómicos y psicosociales en el sector de los establecimientos alojativos fue presentada ayer bajo el signo del "consenso absoluto", destacó José Miguel González, director general de Trabajo del Gobierno de Canarias.
Durante los últimos meses, este departamento ha reunido a las organizaciones empresariales y sindicales en la Mesa Técnica de Hostelería para fraguar un documento que -destacó la consejera de Empleo y Políticas Sociales del Ejecutivo regional, Cristina Valido- será "tomado como referencia" por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) para su aplicación en otras comunidades autónomas.
Pese al carácter voluntario de la guía -es un conjunto de metodologías y un instrumento orientativo-, la intención de las patronales turísticas es fomentar su utilización. De hecho, el presidente de la asociación hotelera y extrahotelera de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), Jorge Marichal, negó esta naturaleza voluntaria del manual, puesto que este "ordena la normativa" ya existente y esta es de obligado cumplimiento, una apreciación compartida por los dirigentes de las patronales de Lanzarote (Asolan) y Fuerteventura (Asofuer), presentes también en el acto (la de Gran Canaria no pudo asistir por motivos de agenda).
Por su parte, el secretario general de UGT en Canarias, Gustavo Santana, avanzó que los sindicatos "exigirán" que se cumplan los contenidos de la guía, en tanto que su homólogo de CCOO, Inocencio González, confirmó que esta marcará "la línea de actuación" de su organización en esta materia.
La actividad hotelera registró casi 4.000 accidentes laborales durante el pasado año (3.975, en concreto), de los que más del 35% los sufrieron las camareras de piso. Los datos que maneja el Instituto Canario de Seguridad Laboral (Icasel) revelan que más de la tercera parte de los percances experimentados por este colectivo de trabajadoras -popularmente conocidas como "kellys"-, un total de 444, se debieron a los sobresfuerzos realizados, mientras que 416 tuvieron su origen en caídas.
Del análisis del Icasel se deduce que entre los establecimientos alojativos hay un déficit de evaluaciones de los riesgos psicosociales a los que están expuestos los trabajadores. Solo un 62% los hizo en 2017, y en su mayor parte únicamente en el departamento de pisos.