Reza en todos los centros de salud de nuestro Servicio Canario al respecto, unos carteles que tratan de llevar a la conciencia de los beneficiarios (no sé yo si "perjudiciarios") del sistema que "más vale prevenir que curar". Por si ello fuese una broma de mal gusto hacia los pacientes, recurro al DRAE para entender aquello de "prevenir". La acepción 1 dice: "Preparar, aparejar y disponer con anticipación las cosas necesarias para un fin". La acepción 2 dice: "Prever, ver, conocer de antemano o con anticipación un daño o perjuicio".

Visto lo anterior, no acierto a comprender qué puñetas pintan esos carteles. A no ser que supongan el regodeo de la alta dirección del sistema a costa de los pacientes. No otra cosa parece demostrar los largos tiempos de espera en las citas para ser atendido por los especialistas.

Un ejemplo: en cierto momento, ante el dolor de rodilla que sufre la paciente, acude al médico de familia y este la deriva al traumatólogo; tras el largo tiempo en espera de ser atendida, el traumatólogo, sin mayor estudio, le dice que tiene que bajar de peso. La paciente baja de peso de forma controlada por dietista. La rodilla le sigue doliendo. El médico de familia presiente que tiene problema de menisco y promueve interconsulta con Traumatología, con carácter preferente (la rodilla no está quebrada y no puede solicitar carácter urgente). La paciente solicita la cita (estamos en octubre de 2018) y el sistema se la otorga para octubre de 2019. Esto es, habrá de seguir soportando el dolor un año más hasta que el traumatólogo, a lo peor sin moverse de la silla, le diga otra vez aquello de "tiene que bajar de peso". Todo un alarde de "prevención".

Otro ejemplo. A otra paciente, con un largo histórico de Medicina Interna, la doctora solicita una interconsulta con la especialidad correspondiente que estima necesaria para el oportuno diagnóstico (estamos en octubre de 2018). La cita se la otorga el sistema para mediados de 2020. Otro alarde de prevención.

Entiendan por qué sugiero lo del "regodeo" de los dirigentes de nuestro sistema de salud. Deben de carcajearse a mandíbula batiente a costa de los sufridos "perjudiciarios" del sistema. Y en el Parlamento, unos y otros, otros y unos, vacilando de vez en cuando con las "listas de espera". Y todos tomándonos la cabellera, o la calva, a quienes tenemos que contemplar aquellos carteles. ¡Retírenlos! ¡No se burlen más! ¡Indecentes!