Un punto es lo que es, poco. Pero según se consiga puede llegar a parecer una gran cosa, como este empate del Tenerife en un partido que ya tenía perdido. No hubiera sido justo, porque los de Oltra no estuvieron por debajo de su rival casi nunca. Al contrario, controlaron o dominaron el juego la mayor parte del tiempo, tuvieron ocasiones claras para llevarse los tres puntos y hasta fueron los responsables del gol rival, en una acción inexplicable en la que Dani Hernández regaló un penalti absurdo empujando a Jaison Medina.

El primer tiempo del Tenerife rozó lo impecable. Le faltaron diez centímetros para adelantarse, los que hubo de distancia con el gol cuando Álex Muñoz salvó bajo los palos el remate de Suso. El capitán había creado su propia jugada, tirando un desmarque en diagonal sobre su costado izquierdo. La ruptura de Suso fue alimentada por el pase de Bryan, que dejó solo al tacuense, pero la salida del meta Cristian le obligó a disparar forzado, con la izquierda, y el balón no cogió la velocidad necesaria para acabar en la red. Lo salvó el central. Fue la gran ocasión, en el minuto 26. Sucedió en el tramo de este primer tiempo en el que el Tenerife se había adueñado del juego, para desesperación de La Romareda, que casi llena, empezó a silbar. Los pitos arreciaron cuando Bryan cogió un mal despeje de Delmás y tiró fuera desde la frontal (32'').

El manejo del juego de los de Oltra resultó dominador. Hizo ancho el campo con los carrileros, rellenó por dentro con el repliegue de los tres centrocampistas y de Suso para formar dos líneas sin la pelota, combinó en todos los sectores con buenos apoyos cercanos y fue lo profundo que pudo... Tanto fue su dominio, que el Zaragoza tuvo que replegar su 4-3-3 y esperar sin la pelota. Los maños no tiraron ni una vez por dentro, ni siquiera cercaron el área rival. Fueron muy dependientes y dejaron la evidencia de su momento, sobrecargado además por la baja de todos sus delanteros de peso.

De salida, en el segundo tiempo, las cosas cambiaron notablemente. Llegó entonces el único tramo en el que los maños sintieron que podían ganar. Fueron 20 minutos en los que el rival basó su ofensiva en la presión. Apretaron al Tenerife en su mitad y le impidieron salir hacia adelante. Lasure (2'') disparó a la cruceta recibiendo un pase al espacio de Pombo. Poco después Igbekeme merodeó el gol. Pasado este tramo, el Zaragoza bajó la fiereza de su presión y el Tenerife volvió a conectar con sus enganches de ataque, pero Oltra tuvo que sustituir a Nano, víctima de una entrada de Álex Muñoz que mereció la tarjeta. Entró Naranjo, que se manejó bien en tres cuartos. En su primera intervención habilitó a Suso, que disparó al lateral de la red (63''). El Tenerife había recuperado el control, a pesar de que Pombo, el mejor jugador local, seguía siendo una amenaza, como lo fue su disparo desde la frontal que desvió Dani Hernández en el 76'', en la que tal vez haya sido la primera intervención del meta tinerfeño en el partido. En el intercambio de intentos ofensivos, Oltra metió a Joao por Suso (70'') y poco después (77'') Idiákez apostó por Jaison en lugar de Soro.

El partido tenía destinado un final de grandes emociones, aunque parecía condenado al empate a cero. Jaison acarició el gol pero no llegó para empujar a portería vacía un centro-chut de Aguirre. Faltaban solo seis minutos y se desató la locura. Dani Hernández empujó a Jaison en un córner y el árbitro señaló el penalti, que transformó a duras penas Javi Ros, por el centro (86''). Oltra reaccionó y dio entrada a Malbasic, colocando de falso lateral a Naranjo por la izquierda, para seguir manteniendo la estructura táctica. Idiákez respondió con dos cambios ya metidos en un descuento de cinco minutos, en los que casi no se jugó, hasta que el colegiado pitó una falta sobre Joao cerca del área. Se había rebasado el 95'', la lanzó Milla, y puso el balón tocado en la zona de remate, en el área pequeña, goloso para Bryan Acosta, que entró al primer palo y cazó un cabezazo limpio, rotundo, inapelable. Fue la locura de un equipo que veía como se hacía justicia en un marcador que le había hecho más guiños para ganar que para perder, pero que ya parecía inamovible cuando apareció la gran conexión de calidad entre Milla y Acosta. La Romareda, que había sido tan paciente como admirable empujando a su equipo, pobrísimo de juego, enmudeció cuando el colegiado pitó justo en el saque de centro. Es un punto, pero un gran punto.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez (1); Delmás (1), Verdasca (1), Álex Muñoz (1), Lasure (1); Javi Ros (1), James Igbekeme (1), Zapater (1), Aguirre (1); Pombo (2) y Soro (1). En el minuto 77, Jaison Medina sustituyó a Soro; en el 91, Buff entró por Pombo, y en el 92'', Perone relevó a Aguirre.

Tenerife: Dani Hernández; Jorge, Alberto, Carlos Ruiz; Luis Pérez, Undabarrena, Héctor Hernández; Milla, Bryan Acosta; Suso y Nano. En el minuto 60'', Naranjo entró por Nano; en el 70'', Joao sustituyó a Suso; en el 88'', Malbasic relevó a Héctor Hernández.

Árbitro: Oliver de la Fuente Ramos (castellano leonés). Mal. El penalti no ofrece dudas, es un empujón claro, pero él no lo señaló en primera instancia, sino por indicación de un asistente. Lo peor de su arbitraje fue la condescendencia en el uso de las tarjetas. Jorge rayó la roja (54'') por una fricción en el área, pero quien debió verla sin duda fue Álex Muñoz, primero por una plancha al tobillo de Nano, que le causó la lesión (59'') y luego por otra plancha a Naranjo (74''). Vieron la amarilla Javi Ros (2''), Verdasca (35''), Álex Muñoz (59''), Nano (42''), Jorge (54''), Dani Hernández (85''), Carlos Ruiz (86''), Bryan Acosta (86'') y Naranjo (88'').

Goles: 1-0, m. 85: Javi Ros transforma el penati que le hizo Dani a Jaison Medina; 1-1, m. 96: Falta que lanza Milla y cabecea a la red Bryan en el área pequeña.

Incidencias: Partido de la décima jornada de la Liga 1 2 3, disputado en el estadio La Romareda ante 21.887 espectadores. Gran animación. Tarde agradable y terreno en buenas condiciones. El Zaragoza lució su primera equipación y el Tenerife jugó con la tercera, negra y rosa.