Es humorista, ilusionista, escritor y director de cine. La fama y popularidad le llegó con sus apariciones en el programa de televisión "El Hormiguero". En el año 2017 recibió el premio Performing Fellowship que entrega la Academia Mágica de Hollywood.

Luis Piedrahita (La Coruña, 1977) fue una de las estrellas invitadas al II Festival Internacional de Neuromagia Mágicamente, organizado por el Organisno Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, que arrancó el pasado 22 de octubre y se cerró ayer, domingo.

"Los magos y los neurocientíficos comparten conocimientos y sabiduría para seguir avanzando", manifiesta este ilusionista, que ofreció en el teatro Leal el espectáculo "Saca tu cerebro de la chistera", del que dice es un homenaje a sus tres amores: "la ciencia, la magia y la isla de Tenerife".

¿Sus ilusiones las prepara de forma casual o siguiendo el método científico?

La pregunta no es sencilla. El método científico es una manera de enfrentarse a la realidad, para encontrar una respuesta en ella. En la magia, que es una disciplina artística, es distinto, por no decir que no tiene nada que ver. Pero sí que es cierto que soy muy fan de la ciencia, y del método científico, por eso en mi magia, y también en el humor, busco aplicar esa forma de pensar, honesta y poco mentirosa. Se trata de no hacerse trampas al solitario ya que en el arte existe la posibilidad de traicionar el pacto con el lector, el oyente, el espectador, en definitiva, de no ser honesto a la propuesta artística que uno trae consigo. En la mía, siempre intento ser lo más científico y riguroso posible. En mi magia, busco que haya un poquito de reflexión científica y también generar la búsqueda de un cómo, más que de un por qué. Y eso también lo busca la ciencia, por lo que al final perseguimos algo parecido.

¿Cómo ha ayudado a los ilusionistas el avance de la tecnología?

Nos ha ayudado mucho. Históricamente la magia y la tecnología han avanzado muy pegadas. Decía Arthur C. Clarke que cualquier tecnología desconocida para una persona es recibida como magia. Ahora estamos acostumbrados a los teléfonos móviles, pero si hace unos años te enseño uno y te digo que vamos a hablar a través de él con Francia, creerías que es magia. Luego lo haces cotidiano y el umbral de lo imposible se reduce. Por esta razón, los magos intentan utilizar la tecnología cuando aún es imposible. Es cierto que en la magia lo último en tecnología te puede ayudar a subrayar un engaño, a crear un efecto nuevo.

Esa reducción del umbral de lo imposible, ¿también ha provocado que los pequeños, por ejemplo, sean más difíciles de engañar?

Lo que tienen los pequeños es que llevan menos tiempo en la realidad. Por lo tanto, no tienen del todo claro qué cosas son posibles y cuáles rompen las leyes de la realidad ya que no han lidiado mucho y no están muy familiarizados con ella. Yo, a un niño de 5 años, le hago desaparecer una moneda y me dice "bueno, no está mal, teniendo en cuenta que el 6 de enero cuando me levanto aparece todo lleno de los regalos que escribí en un papel; esta mierda de la moneda..., bueno".

Y los mayores, con el auge de las tecnologías, ¿nos hemos convertido en personas algo más escépticas?

No tiene que ver con la edad, sino con la forma de ser de cada persona. Hay gente que se niega a disfrutar de una mentira, gente suspicaz y desconfiada, que no escéptica. La gente desconfiada, que considera que todo engaño es malo, no entiende que existan algunos que son buenos. La literatura, el cine, el arte y el amor son mentiras preciosas y hay que disfrutar de ellas.

¿Qué aporta la magia a la neurociencia?

No sé exactamente qué busca la neurociencia, pero aquí estamos para lo que necesiten. Lo cierto es que la magia lleva engañando al cerebro mucho tiempo. El cerebro estaba ahí incluso antes de la magia y la neurociencia y en cuanto estuvo ahí, ya tuvo la posibilidad de percibir una cosa cuando en realidad era otra.

Y los magos fueron los primeros en detectar esos errores de percepción?

Claro, pero no creo que fueran ellos quienes los detectaron. Una sabia ingenuidad les llevó a ver que si yo hago esto, tú crees que es otra cosa y es muy divertido, una forma de ganarme la vida o, a lo mejor, timarte y sacar ventaja en un trato. Esas pequeñas fisuras que tiene el entendimiento y la percepción fueron utilizadas por magos, comerciantes de grano y ganado para poder engañar. Lo que tienen los magos es que lo utilizan para crear una ilusión de algo imposible, algo entretenido y algo inofensivo.

Con todo el tiempo que llevan los magos engañando al cerebro, ¿hay todavía espacios de percepción con los que poder jugar?

Constantemente. Al principio creíamos que la Tierra era plana y que el Sol era un disco de unos 20 centímetros flotando en el cielo porque es lo que nos dice el sentido común, que no es sino el gran enemigo de la ciencia. Luego, a través de las preguntas, uno avanza y se da cuenta de que las cosas no son tal y como las percibes. Y a pesar de todos los avances que se han hecho en el entendimiento científico, hoy te vas a la playa y ves cómo sale y se pone el sol. El efecto óptico, el engaño, sigue estando ahí. De hecho, los magos de hoy seguimos utilizando algún método de los egipcios y la magia de la Edad Media constantemente.