En los últimos meses, científicos y expertos en materia sobre el tabaquismo se han encargado de echar por tierra falsas acusaciones sobre los cigarrillos electrónicos. Se ha demostrado que es hasta un 95% menos perjudicial que el tabaco, se elimina completamente la figura del fumador ‘pasivo’ y es la alternativa más eficaz a la hora de dejar por completo de fumar.

Los cigarrillos electrónicos son igual de malos para la salud que el tabaco

Es el mito más extendido en las últimas fechas, pero, tras más de una década de estudio, el Ministerio de Sanidad Británico ha concluido que esta afirmación es totalmente falsa: vapear es un 95% menos perjudicial que fumar. Así lo pueden constatar los propios usuarios de esta alternativa, que aseguran notar una mejoría física a la hora de hacer deporte o al respirar en reposo.

Este estudio científico es, por tanto, totalmente contrario a esa afirmación, así como a la que asegura que vapear es otra forma de fumar. Al encender un cigarro convencional se produce una combustión que no tiene lugar en este tipo de aparatos electrónicos, por lo que es un argumento que no se sostiene.

Dicha combustión del tabaco tradicional provoca un total de 4000 a 7000 sustancias tóxicas, de las cuales más de 100 pueden ser cancerígenas, según detalla la doctora Carmen Escrig. Por el contrario, con el cigarrillo electrónico lo que entra en los pulmones es vapor compuesto por propilenglicol, glicerol y aromas, sustancias que en ningún caso pueden llegar a ser cancerígenas.

Gran parte de los usuarios que recurren a Vapo para comprar un cigarrillo electrónico, lo hacen para dejar de fumar por lo que suelen comprar líquidos con nicotina. Normalmente, el grado de nicotina se va disminuyendo conforme va desapareciendo la adicción y son una inmensa mayoría los que acaban vapeando sin ningún tipo de nicotina.

Evolución del cigarrillo electrónico

Aún con la evidencia científica que avala al vapeo como la mejor herramienta para reducir los daños por tabaquismo, sigue habiendo una corriente detractora que intenta propagar este método como perjudicial para la salud y como contraproducente a la hora de dejar de fumar.

Este pensamiento proviene de los primeros pasos de los cigarrillos electrónicos en España. Por aquel entonces, en el año 2013 aproximadamente, muchos de los vaporizadores que se vendían no eran los suficientemente avanzados tecnológicamente para ofrecer una experiencia satisfactoria al usuario.

El uso de productos de baja calidad provenientes de países asiáticos y la falta de conocimientos en materia de seguridad por parte de algunos usuarios produjeron también que fuera noticia la explosión de algunos vaporizadores, que se difundieron como la pólvora por las redes sociales y los medios de comunicación.

Los dispositivos más habituales para iniciarse en el mundo del vapeo tiene mecanismos para protegerse de los cortocircuitos, que previenen de esta manera la deflagración de las baterías si estuvieran defectuosas, algo que también hemos visto últimamente con las baterías de los teléfonos móviles.

Para evitar este tipo de sustos, se recomienda únicamente a los usuarios avanzados y con conocimientos de las medidas de seguridad que usen los modelos denominados mecánicos, que no incluyen esos sistemas de protección.

En la actualidad, tanto esta tecnología como la profesionalidad de las tiendas especializadas en este sector han dado un vuelco y han mejorado exponencialmente los aspectos que llevaron a crear estos mitos en el pasado. Por eso, probablemente una persona que tuviera una mala experiencia en aquella época, cambiaría de opinión si le diera una segunda oportunidad a los vapeadores de hoy en día.

El vapeador en la actualidad

Los MODS, o cigarrillos electrónicos configurables, han supuesto el salto de calidad en el mundo del vapeador. Gracias a ellos, se puede ajustar el voltaje, consiguiendo una experiencia diferente dependiendo del gusto de cada usuario. De esta manera, se le puede sacar más partido al sabor y al aroma en cada calada.

La forma y el tamaño de estos aparatos también han ido mejorándose con el tiempo, hasta lograr fabricar cigarrillos electrónicos más pequeños y compactos, que se ajustan perfectamente a los bolsillos de los usuarios. Además, ahora cuentan con una carga USB que han desbancado a las antiguas pilas, pudiendo recargarlo en cualquier lugar simplemente enchufándolos a la corriente.

Los modelos más modernos cuentan también con una pantalla LCD que presenta toda la información del mecanismo y te permite configurarlo a tu gusto. En ella, puedes ver desde el número de caladas que llevas hasta el momento, el estado de la batería o la potencia con la que está funcionando la resistencia.

Todos estos cambios, unidos a la bajada de precio que está teniendo lugar gracias a su demanda ascendente, están haciendo del vapeador la alternativa más usada para dejar de fumar, algo que resulta igualmente beneficioso tanto para nuestra salud como para nuestro bolsillo.