En España el 26 % de la población reconoce haber sufrido algún trastorno del sueño y, sin embargo, quienes lo padecen no suelen afrontarlo como una enfermedad que puede llegar a afectar a la vida laboral y social y que requiere de un abordaje integral al que dan respuesta las unidades especializadas del sueño.

En Andalucía, el Hospital Virgen de las Nieves de Granada cuenta con una unidad de referencia que se diferencia de otras en que abarca todo el abanico de enfermedades del sueño y no solo, por ejemplo, las de origen respiratorio, han explicado el coordinador del área de Neurofisiología Clínica, Alberto Galdón, y la neurofisióloga Carmen Iznaola.

Aunque la medicina del sueño es una especialidad relativamente joven -empezó a desarrollarse en los años 70-, los trastornos del sueño existen desde tiempos inmemoriales.

Y pese a que es bien sabido que quien duerme bien vive mejor -"El sueño es la única medicina efectiva", decía Sófocles-, habitualmente "la gente no vive los trastornos del sueño como una enfermedad que influye en la vida diaria y que puede afectar a las relaciones laborales, sociales y familiares", explica Galdón.

Eso hace que cuando el paciente se decide a acudir a la consulta suele haber pasado más tiempo del recomendable, a lo que se une la nunca recomendable automedicación, algo habitual, según los expertos, en el caso de quienes padecen insomnio, que sigue siendo la patología más frecuente entre todas las franjas de edad.

"El insomnio agudo se puede tratar de forma muy fácil hasta los tres meses, a partir de ese periodo consideramos que el problema se ha cronificado", detalla Iznaola, que distingue entre el insomnio por aumento de la latencia del sueño (dificultad para conciliarlo), el de mantenimiento (cuando el paciente se despierta continuamente) o el vinculado a patologías psiquiátricas como la depresión, en el que la persona consigue dormirse pero tiene un despertar precoz.

Regular los hábitos de sueño y de vida, eliminar la medicación y hábitos como el alcohol o el tabaco, fomentar la actividad física, no abusar de los medios electrónicos y recibir suficiente luz del sol son algunas de las recomendaciones médicas contra el insomnio, detrás del cual suele estar el estrés, la ansiedad, las malas costumbres o los horarios laborales por turnos.

Tras el insomnio, los de origen respiratorio como la apnea del sueño, que suelen afectar hasta un 2 % de las mujeres, un 4 % de hombres y un 3 % de niños, son los trastornos más frecuentes.

En España, el 26 % de la población reconoce haber sufrido algún tipo de patología del sueño, por debajo de la media europea (31 %), mientras que en países como Estados Unidos la incidencia es del 56 % y en otros como Japón del 6 %, según la neurofisióloga del hospital granadino, cuya unidad cuenta con una consulta y un laboratorio que dispone de tres habitaciones para el control de los pacientes.

La narcolepsia, el síndrome de las piernas inquietas o la parasomnia son otros de los trastornos abordados en esta unidad especializada cuyo número de consultas ha ido creciendo con el tiempo, en parte, explican, porque otras especialidades han ido derivando a pacientes al darse cuenta de que "el sueño es un factor importantísimo" en la salud y la calidad de vida.

A diferencia de lo que pueda parecer, los trastornos a la hora de dormir afectan prácticamente a todos los grupos de edad y, de un tiempo a esta parte, los especialistas están apreciando un retraso en la fase del sueño entre niños y adolescentes por la exposición, "hasta el último momento" del día, a fuentes de luz derivadas del teléfono móvil, el ipad o cualquier otro dispositivo electrónico.