Banca March lleva treinta años instalada en Canarias, donde gestiona alrededor de 900 millones de euros de inversión, buena parte de los cuales proceden de empresas relacionadas con el sector turístico, en el que acumula una "gran experiencia", producto de su ya casi centenaria trayectoria en Baleares, donde nació.

El primer banco español de propiedad familiar presentó ayer a su nuevo director territorial en las Islas, Javier Galarraga, e informó de los trabajos de remodelación en sus oficinas -entre ellas la de la avenida Tres de Mayo, en Santa Cruz de Tenerife-, que quiere convertir en "centros de negocio" pensados para una relación "personal" con sus clientes.

Cinco de las 21 oficinas con las que cuenta Banca March en Canarias ya han sido reformadas. La entidad atiende en la Comunidad Autónoma a unos 40.000 clientes y emplea a 155 personas. La clientela ha aumentado a un ritmo de "doble dígito" durante los últimos años, destacó Galarraga, mientras que la cuota de mercado del banco en la región -alrededor del 3%- es superior a la que presenta en el conjunto del país.

Por su parte, el director general de Banca Comercial y Privada de la entidad, Ángel Martínez Marañón, puso el acento en el carácter de "empresa familiar" de Banca March, marcada por una filosofía de "prudencia". El directivo precisó que el ratio de mora del banco es el más bajo del sector en España, en tanto que sus niveles de solvencia son los más altos y se encuentran, además, entre los más elevados de Europa.

Frente a los pronósticos que auguran una nueva crisis en el futuro cercano, Banca March cree improbable que se produzca una recesión en Europa. "Somos optimistas", dijo Martínez Marañón, quien no ve "un problema de fondo" en la economía española.