La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz adjudicó ayer el contrato para el mantenimiento y conservación de los colegios públicos, edificios y dependencias municipales a la unión temporal de empresas formada por Ecocivil Electromur, Ramiten Servicios y Construcciones y Reformas Las Nieves Hermanos Guijo, por importe de 8.179.120 euros y un plazo de ejecución de cuatro años.

El concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, resalta que los pliegos para el concurso contemplaban, como consideración de tipo social, "la obligatoriedad de contratar al personal que venía prestando el servicio, a cargo entonces de la compañía Elecnor, lo cual asumirá la nueva adjudicataria, por lo que cumplimos escrupulosamente con el compromiso adquirido en su momento con los trabajadores".

Arteaga resalta que, tras esta adjudicación, "el ayuntamiento mantiene su idea de realizar un plan de choque, que se desarrollará en los colegios públicos hasta el próximo mes de diciembre".

De otra parte, conforme a los pliegos de este concurso, "el desarrollo del servicio incluye mejoras de aspectos muy importantes para los centros educativos, tales como el asfaltado y acondicionamiento de las canchas deportivas y zonas comunes o de tránsito", añade.

Con esta medida, Arteaga considera que los colegios públicos "volverán a la normalidad en materia de conservación y mantenimiento, ya que los problemas generados por el mal funcionamiento de la anterior empresa que llevaba este servicio se verán ahora compensados con el plan de choque previsto en los primeros meses del nuevo contrato".

Cabe recordar que el consistorio se vio obligado a sancionar a la anterior adjudicataria del servicio, Elecnor, por varios incumplimientos. Pese a todo, entre finales de 2017 y comienzos de 2018 le ofreció una prórroga para que continuara con esta labor hasta que se convocara el nuevo concurso, opción que rechazó la compañía.

Por ello, el ayuntamiento se vio obligado a acelerar la elaboración de los pliegos del nuevo contrato. A ello se unió la presión de los trece trabajadores que llevaban a cabo el servicio, que terminaron desvinculándose de la compañía al rechazar la propuesta de traslado a la Península que les ofrecía.