La directora del Instituto Canario de Igualdad, Claudina Morales, de CC, se ha confesado hoy "muy contenta" por el desenlace del llamado "caso Bakú", en el que ha sido absuelta de presuntos delitos de corrupción y se ha condenado a pagar costas a quienes la acusaban por su "temeridad".

Morales, que figuró como imputada en ese proceso judicial que investigaba supuestas irregularidades en la autorización en 2002 de la construcción de un centro de ocio en el municipio de La Oliva de Fuerteventura, del que fue alcaldesa, ha destacado ese hecho como prueba de su inocencia.

Puesto que, una vez emitido por los tribunales el fallo correspondiente, los acusados "no solamente estamos absueltos, que ya es una alegría, sino que, además, se pone en evidencia la mala fe que hubo a la hora de mantenernos a nosotros dentro de ese proceso", ha argumentado.

Al respecto, la entonces alcaldesa ha relatado que el "caso Bakú" tenía dos partes en las que se imputaba a dos grupos de concejales de La Oliva por diferentes decisiones relacionadas con el proyecto del centro de ocio y que, si bien respecto a una hubo unanimidad en el parecer de que se juzgara a los implicados, en la otra, la que le afectaba a ella, "la Fiscalía pidió que se archivara el caso pero la acusación particular quiso que se siguiera adelante".

Un proceder que ha sido ahora deslegitimado, en la medida en que finalmente "se ha condenado en costas a la acusación particular porque se entendía que había mala fe en mantener el caso", ha insistido la directora del Instituto Canario de Igualdad, que ha hecho estas declaraciones a preguntas de periodistas antes de inaugurar el decimocuarto encuentro de profesionales de la Red Canaria de Servicios y Centros de Atención a Víctimas de Violencia de Genero.

En concreto, la sentencia dice que la acusación particular que se dirigía contra Morales y otros cuatro procesados fue ejercida "de forma temeraria" y con base "en una lectura sesgada de unos informes favorables" al proyecto que se iba a desarrollar en Corralejo.