Desde que los humanos desarrollaron herramientas útiles, empezaron a mostrar una potente curiosidad por utilizarlas en algo que pudiera ayudar a la salud del pueblo. La cirugía comenzó así en algunas tribus, de una manera muy rudimentaria y, sin duda, evitando la base científica. Hoy, la robótica empieza a alcanzar los quirófanos de los grandes hospitales de España y Canarias no ha querido quedarse atrás en este avance.

En total, 8,7 millones de euros es lo que ha gastado la comunidad autónoma en comprar 4 robots Da Vinci, una tecnología desarrollada por la empresa Abex Excelencia Robótica, que promete ser el avance de la década en lo que cirugía mínimamente invasiva se refiere.

Pero no estamos preparados. El presidente de la Sociedad Canaria de Cirugía y jefe de Cirugía General y Digestiva y Trasplante del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, Manuel Barrera, considera que "para usarlos, los servicios deben tener un bagaje importante". Se refiere a los métodos de trabajo, pues, según afirma, es absolutamente necesario que los cirujanos "hagan rutinariamente" cirugías mediante laparoscopia, antes de adentrarse en este nuevo mundo.

Esta técnica consiste en la exploración de la cavidad abdominal mediante la introducción de un laparoscopio a través de una pequeña incisión y dirigida por una cámara. Sus homónimos en el campo de la cirugía serían la artroscopia o la endoscopia, y todas ellas se engloban a lo que se conoce como cirugía mínimamente invasiva.

De hecho, el 80% de las intervenciones de cirugía general y digestiva en La Candelaria se llevan a cabo mediante laparoscopía. A esto se le añade la utilización del programa "Miriam" para reconstruir, a través de un escáner, por ejemplo, el hígado en 3D. "En estas cirugías los milímetros son importantes para decidir si se puede operar o no", remarca Barrera, que asegura que el desarrollo de la tecnología ha cambiado totalmente la concepción de la cirugía.

A los especialistas solo les hará falta una "formación específica" para poder empezar a utilizar los Da Vinci adquiridos por Sanidad. De otra forma, el robot se quedará, como en muchos hospitales del país, "parado", tal y como lo describe Barrera. Según los datos de Abex, en España se repartían unos 46 Da Vinci que durante el primer semestre de 2018, a los que habría que sumar los 4 adquiridos por Canarias en agosto. Estos robots han realizado unas 2.800 intervenciones tanto en nuestro país como en Portugal y la empresa estima que a finales de año los Da Vinci habrán colaborado en unas 5.000 operaciones.

Esta cifra prevista representa, sin embargo, tan solo el 0,13% de las operaciones que se realizan en nuestro país, que, según el Ministerio de Sanidad, el año pasado prácticamente alcanzaron los 4 millones de intervenciones -87.300 se llevaron a cabo en Canarias-. Y Da Vinci tampoco es ideal para todo: actualmente solo es viable en cirugía general (colorrectal, hepato-bilio-pancreática, esófago-gástrica y bariátrica), en urología (prostatectomía, cirugía de riñón y cistectomía) y en ginecología (histerectomía, endometriosis, cirugías del suelo pélvico y miomectomía).

Otras especialidades como traumatología -que se configura como una de las que posee mayores listas de espera de Canarias, con más de 7.000 pacientes- aún están lejos de poder hacer uso de esta innovación. Como explicó José Luis Pais, jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario de Canarias (HUC) y miembro de la plataforma de turismo sanitario (THIS), "la robótica es muy importante", pero en su campo "aún no tiene mucha utilidad".

De hecho, las innovaciones en traumatología se aglutinan en el campo terapéutico, como el uso de Plasma Rico en Plaquetas (PRP) o las células madre. Unas terapias que sin embargo, no han probado científicamente "su utilidad en la prevención", afirma el especialista.

A pesar de ello, Pais es positivo acerca de Da Vinci y recuerda que "la tecnología cambia mucho en cinco años", por lo que apuesta a que "la concepción actual del robot también puede cambiar". De momento, traumatología sigue moviéndose en el campo de la cirugía mínimamente invasiva, que, se debe recordar, también ha llevado a los especialistas a pasar por un "entrenamiento añadido".