Hace una semana se oficializó su candidatura a la presidencia del Gobierno de Canarias en un acto en clave nacional organizado por el Partido Socialista Obrero Español en el que estuvieron presentes todas sus apuestas regionales de cara a los comicios electorales de 2019. Hombre de letras –en el pasado ganó un accésit del concurso de relatos Ciudad de Santa Cruz y otros premios literarios–, el grancanario Ángel Víctor Torres (1966) estudió Filología Hispánica en la ULL antes de ser alcalde de Arucas, su municipio natal, es decir, que se puede afirmar sin miedo a equivocarse que ha sido cocinero antes que fraile... Profesor de Educación Secundaria de Lengua y Literatura, la docencia es una actividad que ha ido perdiendo peso en su vida en favor de las experiencias acumuladas en el campo de la política. Diputado en el Congreso en la IX Legislatura (2008-2011), es el secretario general del Partido Socialista Canario y en el pasado aspiró a presidir el Cabildo Insular de Gran Canaria.

¿Cómo está viviendo el inicio de este proceso preelectoral; es consciente de la que se le viene encima?

Esta no es una sensación nueva para mí, aunque es cierto que ese conocimiento es fruto de las experiencias que he ido almacenando en otras competencias en la política local.

¿Pero el salto al plano regional tiene algunas connotaciones distintas?

En su momento aspirar a presidir un ayuntamiento o el Cabildo no fue menos importante que el reto que voy a abordar en estos instantes. Independientemente de la misión política que estés desarrollando, las dificultades siempre van a marcar el día a día. En este caso, debo decir que este es un proceso que vivo con unas sensaciones bastante positivas, porque estoy convencido de que el PSOE llega a estas elecciones bien colocado. Estamos gobernando España y las encuestas apuntan a que somos el partido que ganará en Canarias. Creo que las posibilidades que tengo de presidir este archipiélago son altas.

¿Las exigencias son mayores al ser el referente de su formación política en el Archipiélago?

No... yo creo que son idénticas a los retos que me he planteado en el pasado. Hace algo más de un año se celebraron las primarias del PSC-PSOE y ahí habló la militancia. Por primera vez en Canarias se eligió a un secretario general con el voto directo de cada uno de los afiliados. Todo lo que vino después ha sido apasionante y duro. Nuestra voluntad siempre fue estar dentro del pacto de gobierno los cuatro años. Parece que esas rupturas son cíclicas, exceptuando el periodo en el que José Miguel Pérez fue vicepresidente, pero creo que el PSOE va a llegar a las elecciones mejor de lo que algunos esperaban.

¿Qué lo llevó a dar este paso en estos momentos?

En el momento en el que accedí a la secretaría general sabía que este paso era inevitable. Tengo como experiencia la labor de encauzamiento realizada en un municipio en el que el PSOE históricamente era muy fuerte, pero que se había quedado en una fuerza residual. He dejado la mejor herencia que se puede dejar a un compañero tras defender esa Alcaldía ocho años. Aunque fue por pocos votos logré ser secretario insular en un ciclo en el que conseguimos siete alcaldías y catorce gobiernos para una Isla en la que sufrimos unos avatares más o menos recientes de los que nos hemos recuperado con firmeza. Hay compañeros en las dos provincias que me pidieron que diera este paso, a pesar de que ya desde el día que accedí a la secretaría regional algunos trataran de fomentar una candidatura alternativa que finalmente no se ha dado.

¿El PSC-PSOE se presenta a las elecciones con sus costuras bien amarradas? Se lo pregunto porque no es sencillo, contenta a todas las “familias” que conviven dentro de un partido.

Sobre nosotros pesa la leyenda de que somos el partido con más debates internos. A nuestro favor debo decir que una parte de esa idea es verdad. La otra mitad, la vinculada con el hecho de que el PSC-PSOE es la formación política con el mayor número de enfrentamientos internos, no es real. El índice de conflictos no es mayor ni menor al que se registra en otros partidos. La prueba más evidente la tenemos en Coalición Canaria, que estos días se está cuestionando en algunas Islas ir por libre o como una opción independiente. Las primarias del Partido Popular tampoco han sido un ejemplo de sosiego. Sobre todo por las consecuencias traumáticas que han tenido para personas que hasta hace un par de meses tenían el control. Lo que sí es cierto es que había gente a la que le interesaba que el_PSC llegara a estas elecciones con una división interna. Esa guerra no se ha dado porque hemos conseguido cerrar en casi todos los sitios unas candidaturas unitarias. Eso es fruto de mucho diálogo y, sobre todo, de una voluntad firme para aceptar que estamos ante una oportunidad histórica. La generosidad y lealtad que han demostrado algunos de nuestros militantes nos obliga a ganar las elecciones en esos sitios en los que se hizo un esfuerzo por el bien del PSC-PSOE.

A usted le tocó vivir la ruptura de hace casi dos años desde la trastienda, pero ya posicionado como líder regional. ¿Qué aprendió de aquel proceso; hubo heridas que siguen abiertas?

Yo formaba parte de la gestora como secretario general del PSOE de Gran Canaria y debo reconocer que fueron semanas muy duras. Nuestro partido a nivel nacional también estaba en manos de una gestora y las coyunturas que se dieron en noviembre/diciembre de 2016 fueron extremadamente complicadas. Hubo encontronazos insalvables con el presidente y con CC y, por lo tanto, la única salida era la ruptura. Unos la querían más que otros, pero la única realidad es que no podíamos seguir juntos.

¿Está convencido de que su partido colocó sobre la mesa todo lo que tenía que poner para evitar aquella ruptura?

CC puso el cuestión en modelo político de Canarias, pero si en el Archipiélago hay un partido con una idea regional en la cabeza, ese es el PSC-PSOE. Somos la única formación con representación en las siete islas. Se dieron casos de absoluta deslealtad y veíamos con estupor cómo el presidente del Gobierno se permitía cuestionar a uno de sus consejeros. Eso se convirtió en algo inaceptable y, por lo tanto, se abrieron unas heridas que eran imposible de cerrar. Yo, que siempre he gobernando con alianzas y nunca me he comportado de esa manera, creo que la única vía posible era la ruptura de un pacto que se había viciado.

A pesar de que usted se ha sabido mover entre pactos, querrá buscar una mayoría que parece estar excesivamente cara. ¿Nos enfrentamos a un escenario en el que se tendrá que negociar con tres o cuatro partidos para dar forma al ejecutivo regional?

Lo que no resulta demasiado normal es que un partido que recibe miles de votos menos tenga más diputados que otros. Es justo que exista un efecto corrector solidario, porque las islas que tienen una población menor deben tener una representación parlamentaria, pero eso nada tiene que ver con superar la triple paridad. La reforma electoral va a corregir en parte una anomalía que beneficia claramente a Coalición_Canaria. Por eso, exceptuando a CC y ASG, el resto de los partidos estamos por la labor de corregir un sistema que dará más oportunidades a los que sumen el mayor número de votos.

Pero eso no garantiza que se consiga una mayoría absoluta.

No, pero sí que puede haber dos partidos que aglutinen un elevado porcentaje de votos... Todo va a depender de los programas que presenten los partidos y en estos instantes el plan que oferta CC está mucho más cerca de la derecha que de una propuesta progresitas. El partido que gane las elecciones debe tener la libertad de formar gobierno sin sufrir zancadillas. Si en el PSOE nos corresponde tomar la iniciativa, pero si es otra, seremos respetuosos con sus decisiones.

¿Tiene la sensación de que esta será una campaña dura; un proceso con elementos externos que pueden enturbiar los posicionamientos que defienda cada partido político?

Va a ser así. En España tenemos un gobierno legítimo, fruto de una moción de censura que fue apoyada por una mayoría del arco parlamentario, que está sufriendo una situación de asedio desde el primer día... Esa tensión que existe en la política nacional se va a dejar sentir en la disputa regional. La crueldad con la que están tratando a Sánchez algunos partidos de la oposición y los agentes sociales, económicos y mediatices de este país es lamentable. Canarias no se va a salvar de la agitación política que se percibe en el resto del país. Mi intención, y supongo que el resto de los candidatos también irán en esa línea, es que sea una campaña lo menos crispada posible, pero a día de hoy no le garantizo nada... El hecho de que sobre la mesa haya 70 diputados es una circunstancia extraordinaria que va a afectar de inicio los planteamientos de un partido que verá discutida su presencia en el gobierno autonómico.

Algunas voces dentro de CC han apuntado a su figura para dar a entender que usted tiene algo que ver con la ausencia de “feeling” que existe en estos momentos entre el Archipiélago y Madrid.

El 30 de mayo, en el discurso de Fernando Clavijo con el que se festejaba el día de esta comunidad, se dio a entender que existía el riesgo de perder los logros conseguidos para Canarias. Entonces ya estaba anunciada la moción de censura a Mariano_Rajoy y el voto contrario de CC a las intenciones de Pedro Sánchez. Sin ese voto lo que ha hecho CC es agraviar al Gobierno español, no a la inversa. Yo no he creado mal rollo entre Canarias y Madrid.

¿Usted se siente responsable de los incumplimientos denunciados por parte del Ejecutivo que preside Fernando Clavijo?

Lo único que ha hecho Sánchez es defenderse, nunca atacar... Su gobierno no le ha dado la espalda a Canarias; tampoco le ha quitado ni un solo euro. Dijeron que no se iban a firmar los convenios y hay convenios, afirmaron, que no se aplicaría el descuento del 75%, y esa es una realidad que no se discute, las partidas que estaban establecidas en los presupuestos no se han tocado...

¿Tiene claro quiénes serán sus rivales en las urnas o espera cambios en las listas rivales?

La política de hoy es tan cambiante que nada se puede dar por seguro. El otro día comentaba con un taxista las transformaciones por las que han pasado algunos partidos en menos de un año. ¿Quién iba a pensar entonces que el Partido Popular llegaría a las próximas elecciones en las circunstancias actuales? Hace cinco meses nadie imaginaba que Rajoy, Sáenz de Santamaría, De Cospedal y Cifuentes no estuvieran dentro de un sistema político que ha desmantelado al PP. Yo creo, sinceramente, creo que me voy a enfrentar a los candidatos que hoy se conocen. Román Rodríguez estará por Nueva Canaria, Santana está en un proceso de primarias que va a ganar, lo de Casimiro Curbelo es indiscutible, Asier será la referencia del Partido Popular y Clavijo, aunque tiene un problema con la justicia, estará con Coalición Canaria.

No es algo, afortunadamente, que tenga una gran relevancia en este archipiélago, pero ¿le preocupan las posturas de extrema derecha que están aflorando en países con una cultura socialista o la relevancia que pueda ir ganando Vox?

Sí que me preocupa porque se está dando un mensaje que llega a la gente porque tiene una dosis muy elevada de populismo, pero que, a su vez, genera una tensión en la sociedad. Eso lo tiene que parar la derecha con un mensaje de contención que despeje las dudas que se están generando en estos instantes. La derecha debe aislarse de los mensajes fanáticos que lanzan personas que presumen ser de esa ideología política.

Algunos creen que la exhumación de los restos de Franco es una cortina de humo.

Cualquier debate, ya sea referido al aborto, la eutanasia o los mausoleos para dictadores, deben ser equilibrados. Todo es debatible en esta vida y los posicionamientos intransigentes solo conducen a situaciones que no son fáciles de reconducir. Nadie puede limitar que se hable de una cuestión determinada porque todo es discutible, pero ya le digo que no es fácil aceptar las mayorías. Tampoco es sencillo de explicar cómo es posible que un país se muestre impasile ante el monumento que sirve para homenajear a un dictador.

“Hay que respetar lo que ha pasado en La Laguna”

La salida del PSC-PSOE del gobierno de La Laguna no es un obstáculo insalvable para Ángel Víctor Torres a la hora de cerrar unas listas que deben tener un peso específico a la hora de dar forma a uno o varios gobiernos. “Cada decisión se toma en base las circunstancias que se dan en un municipio u otro”, responde en el instante en el que se citan otros ejemplos en los que no se rompieron relaciones con CC.

“También nos fuimos del Cabildo de Lanzarote”, añade. “Cada asamblea local es libre de acordar las mejores decisiones que crean oportunas por el bien del partido. En ese sentido, tienen una libertad de movimientos absoluta y, por lo tanto, hay que respetar lo que ha pasado en La Laguna”, precisa en relacción a la salida del gobierno de Mónica Martín y María José Castañeda.

“Las encuestas nos dan la victoria en Aguere”

Ángel Víctor Torres, que conoce bien La Laguna de su etapa universitaria, dice que la “prueba del algodón no engaña y en estos instantes las encuestas nos dan la victoria en Aguere”, afirma con rotundidad sobre lo que podría ocurrir en un municipio que su partido tiene señalado en rojo.

“Durante parte de esta legislatura hemos estado en el gobierno, pero no es menos cierto que algunas de las propuestas se han sacado adelante con el voto del Partido Popular, es decir, que son tan responsables como nosotros”.