La segunda edición de Isla Calavera, celebrada entre el 19 y 25 de noviembre en Multicines Tenerife, proyectó cuarenta y una películas, entre largometrajes y cortometrajes que saciaron el ávido apetito de los amantes del género fantástico. En esta nueva edición, el festival puso en liza la competición de largometrajes, continuó con la de cortometrajes, ofreció un ciclo de documentales y un ciclo de Sam Raimi, uno de los padres del cine gore moderno. De tal manera que Isla Calavera ofreció un amplio espectro de cine fantástico, desde el terror psicológico a la casquería fina.

Sin lugar a dudas, la película que despertó la máxima expectación de los cinéfilos fue "La casa de Jack", del controvertido Lars von Trier. El cineasta danés, tan repudiado como admirado, ofrece en su última propuesta un descenso a los infiernos, que no dejó a nadie indiferente. El director de "Dogville" teje una compleja reflexión sobre qué es el arte. Aunque no se cuenta entre lo mejor de su obra sí deja varias secuencias plásticas para el recuerdo como la naturaleza muerta compuesta por cadáveres humanos y de animales. Ahí queda eso.

Otros largometrajes destacados fueron la cinta argentina "Aterrados", en la que se explora la psique humana a través de explosiones de horror; o "Summer of 84", un filme canadiense que sigue la estela de la ochentera serie "The Stranger Things". Aquí un grupo de adolescentes juegan a detectives con malsanos resultados. Por su parte, "Ghostland", de Pascal Laugier, el artífice de "Martyrs", ofrece una pesadilla fílmica que contiene altas dosis de sadismo. También destacó la francesa "The Nights Eats The World", que sigue la estela de la novela de Richard Matheson, "Soy leyenda".

Sitges sigue siendo el referente de Isla Calavera. Hasta cinco títulos se pudieron ver de la última edición del decano de los festivales españoles dedicados al fantástico. Asimismo, el cine canario contó con la descacharrante "Apocalipsis Voodoo" como digna representante.

Respecto a los cortometrajes, resultó vencedor "La proeza", del español Isaac Berrocal, en la que un aborto sangriento acaba convirtiéndose en un auténtico aquelarre. Cine en estado puro. También despuntó "Hello Perfect World", una cinta de animación que aborda de forma genuina el universal tema del amor. Asimismo, cabe reseñar "La ventisca" y "Carga", dos piezas que muestran el monstruo de la guerra. No faltó la ya ubicua película de zombis. La francesa "Beson Dead" supuso un festín de hemoglobina y vísceras. Este tipo de filmes ya empiezan a aburrir porque carecen del trasfondo del cine de George A. Romero. Por último, citar el trabajo canario "Máscara de cordura", de Fran Casanova, en el que pone a Paola Bontempi en una tesitura similar a la de "Ataúd de cristal", estrenada el año pasado en este festival. El cine se retroalimenta.