Un obrero que trabajaba en la reparación de los daños causados por el temporal de los días 17 y 18 de noviembre en el edificio Tomé Cano, en la avenida marítima de Garachico, dio a mediodía de ayer la voz de alarma al descubrir el deterioro evidente de uno de los pilares que sostienen el inmueble. Tras retirar el recubrimiento de madera que embellecía la columna, el trabajador encontró daños importantes en el hormigón, desprendido totalmente en una de las esquinas, y buena parte de la estructura metálica oxidada y al aire. Tras analizar el estado del pilar, los técnicos de la empresa que ejecutaba la reforma ordenaron el desalojo de los 19 apartamentos del inmueble, en los que a esa hora había unas 15 personas, según indicó a EL DÍA el alcalde, José H. González (CC).

Tras retirar el embellecimiento de madera de otros pilares del edificio, los técnicos encontraron más daños, por lo que dieron la orden de apuntalar toda la planta baja, especialmente alrededor de los pilares que soportan la estructura.

La sospecha de la existencia de un daño estructural importante obligó a ordenar este desalojo inmediato de los vecinos, que a primera hora de la tarde de ayer ya tenían residencias alternativas.

El Ayuntamiento de Garachico solo tuvo que intervenir para buscar una vivienda alternativa a uno de los afectados, ya que el resto contaba con otras casas o optaron por trasladarse a hogares de familiares o amigos.

El alcalde garachiquense aseguró que el desalojo se realizó "por prudencia" y que los técnicos tendrán que analizar en los próximos días, "más en profundidad", cuál es el estado real de los pilares y el resto de la estructura del edificio Tomé Cano.

"Los técnicos de la empresa y del ayuntamiento tendrán que descubrir todos los pilares para analizar cuál es la situación real, ya que no es lo mismo tener dos pilares dañados que tener diez", explicó el alcalde. A su juicio, "parece evidente que la estructura del edificio tendrá que repararse y reforzarse".

Debido a los daños causados por el temporal en la planta baja del edificio Tomé Cano, buena parte de los vecinos que residen en sus 19 apartamentos no se encontraban ayer en el inmueble. El alcalde valoró la tranquilidad con la que se produjo la salida de los afectados y la intervención de los técnicos.

Tras el apuntalamiento de urgencia, los técnicos dejaron que los vecinos accedieran a sus casas para retirar algunas pertenencias y enseres, ya que la previsión inicial es que el desalojo, y las obras necesarias para reparar los daños, duren semanas.

Fuentes municipales han indicado a EL DÍA que "una primera observación invita a pensar que los daños son el efecto acumulado de diferentes temporales, que han ido dañando algunos pilares".

En el edificio desalojado hay 19 apartamentos y dos locales comerciales, en los que se ubican el restaurante Avenida y la Sociedad Recreativa El Roque.