El papa Francisco encendió ayer un cirio para pedir la paz en Siria y el fin de las tensiones y de los conflictos en todo el mundo, sumándose así a una campaña con la que se pretende recaudar fondos para ayudar a ese país.

El pontífice prendió la vela ante los fieles que le escuchaban en la plaza de San Pedro tras el rezo del Ángelus, y, tras su llamamiento a la paz, pidió el perdón de Dios para "aquellos que hacen la guerra y fabrican armas destinadas a destruirse".

Con el encendido, el papa inauguró una campaña navideña impulsada por la fundación pontificia "Ayuda a la Iglesia Necesitada" (ACN), que en los últimos días ha abarcado a más de 50.000 niños, muchos de ellos de ciudades sirias como Alepo, Homs o Damasco.

La acción del pontífice inauguró una campaña navideña que impulsa ACN

"¡Que estas llamas de esperanza disipen las tinieblas de la guerra! Recemos y ayudemos a los cristianos a permanecer en Siria y en Oriente Medio como testimonios de misericordia, perdón y de reconciliación", proclamó el papa. Y añadió: "Que la llama de la esperanza alcance a todos que en estos días sufren conflictos y tensiones en diferentes partes del mundo, tanto cercanas como lejanas".

ACN acompaña esta iniciativa con una campaña internacional de obtención de fondos para financiar un plan de ayuda de emergencia, reconstrucción y ayuda pastoral de unos 15 millones de euros.

Una cifra que se sumará a los más de 29 millones de euros donados por ACN desde el inicio del conflicto en 2011.

El proyecto pretende distribuir paquetes de alimentos, medicinas y leche en polvo para los niños en Siria, ayudas al pago de alquileres y combustible para la calefacción, la reconstrucción de los hogares de las familias cristianas refugiadas y los templos, así como el sustento de sacerdotes y religiosas.