La Fiscalía solicita una condena de 12 años de prisión, en total, para el exentrenador nacional de atletismo Miguel Ángel Millán Sagrera como presunto autor de dos delitos continuados de abusos sexuales sobre sendos menores de edad a quienes preparaba para competir en Tenerife.

Además, el Ministerio Público pide para Millán su inhabilitación como entrenador deportivo a lo largo de 14 años y la prohibición de ejercer cualquier profesión u oficio, retribuido o no, que conlleve contacto regular con menores durante más de 13 años.

El fiscal también reclama para el expreparador que se someta a un programa formativo de educación sexual, sin límite inicial de tiempo, hasta que se logren los objetivos deseados. En opinión de la Fiscalía, Millán, de 68 años en la actualidad y nacido en Lorca (Murcia), se valió de su "extraordinario prestigio profesional" para violentar la indemnidad y libertad sexual de dos adolescentes. A una víctima la conoció en el 2010, cuando tenía 13 años, y se granjeó la confianza del mismo. El ahora procesado estableció un vínculo con el afectado distinto al que tenía con el resto de atletas. Lo llevaba a los entrenamientos en su coche y compartían gustos más allá de lo estrictamente deportivo, como el cine o la música. Así generó en el menor "sentimientos de admiración, confianza y amistad, que alimentaba con relatos de sus viajes o de sus logros como entrenador", según se recoge en el escrito del fiscal. El vínculo se intensificó con las comunicaciones entre ambos por redes sociales y, sobre todo, cuando el adolescente le confesó su orientación sexual.

La Fiscalía señala que, durante la celebración de pruebas combinadas de atletismo en Arona, Castellón o Las Palmas, Millán distribuyó las habitaciones entre los deportistas para que la víctima estuviera solo con él en un cuarto, en el que, además de masajes terapéuticos al adolescente, también hubo tocamientos de genitales, caricias y masturbaciones. El afectado no se atrevía a negarse a los requerimientos del acusado, debido a las reacciones de Millán de decepción y malestar en el ámbito deportivo cuando lo contrariaba en el aspecto sexual, según el Ministerio Público.

A la segunda víctima la conoció cuando esta tenía 15 años. Tras ganarse la confianza del adolescente, este le confesó un día su orientación sexual. Durante unos campeonatos de Canarias en Las Palmas, en mayo de 2015, una noche acarició el cuerpo de la víctima, pero dejó de hacerlo ante la sorpresa del menor. Por la mañana, llegó a masturbarlo. En el escrito del fiscal se asegura que dicho comportamiento se repitió en diferentes competiciones celebradas con posterioridad. Y, si se negaba, Millán se enfadaba, le retiraba la palabra o le desplazaba en el equipo.