Antonio Rodríguez Saravia, "Rodri", volverá al Heliodoro Rodríguez López este viernes. Lo hará para sentarse en el banquillo visitante a diferencia de las siete semanas en las que formó parte del cuerpo técnico del CD Tenerife, en las que veía cada partido como local en una cabina de prensa. Desde ella, telefoneaba tres o cuatro veces al banquillo para aportar su visión y tratar de ayudar "en todo lo que me pedía José Luis (Oltra)". Ahora defenderá los intereses del Extremadura, pero no se siente con ventaja al conocer por dentro a la escuadra blanquiazul.

No sé si es especial, pero el partido del viernes será para usted al menos distinto.

La verdad es que es un partido especial porque he estado siete semanas con ellos, me sentí muy a gusto, el club me trató muy bien, guardo un gran recuerdo. Es algo bonito.

Ahora sobre el césped. Hasta hace poco desde las cabinas.

Era mi rol. Cuando llegué, José Luis me dejó claro mi cometido y estaba encantado. Me sentí importante junto al segundo entrenador y el preparador físico. Ahora es distinto, estaré en contra de ellos y cerca de mis futbolistas, en el banquillo visitante. Veré de cerca a jugadores a los que ayudaba hace unas semanas.

Futbolistas que hablan bien de usted.

Estoy muy contento con el trato que me dieron. Son chicos muy entregados, abiertos a mejorar, a aprender. José Luis me iba indicando lo que quería que aportara y de eso me encargaba. Ellos se dieron cuenta de que estaba para ayudarlos. Son muy implicados.

Y eso que llegó en una situación difícil por el mal inicio liguero.

Cierto, pero siempre vi que confiaban en su entrenador, que el mensaje era bueno y que podían ganar en cualquier campo. En los partidos contra el Lugo, el Zaragoza o el Albacete debimos ganar. Si no lo haces y te dejas puntos, luego te das cuenta que hacen falta y llega el problema.

¿Es una dinámica reversible la del Tenerife?

Por supuesto. Cuenta con magníficos jugadores, un entrenador contrastado y que es de los mejores de la categoría y una afición que ayuda mucho. El equipo estará donde se merece, que no es donde está en este momento. Imperará la lógica y estará arriba al final de la competición.

Pero la exigencia de esta Liga no ayuda a reaccionar. Aquí no hay tregua para los equipos con mejor cartel.

Hay algunos que no deben estar en la zona alta y ahora marcan las dos ocasiones que tienen. Son dinámicas. Pero a 42 partidos creo que a todos los equipos les llegarán las rachas buenas y malas. El Tenerife, por calidad, tendrá que ir hacia arriba.

¿Le da ventaja su conocimiento del Tenerife desde dentro para el partido del viernes?

La verdad es que no lo tengo claro. José Luis ha cambiado cosas en función del rival o de las distintas situaciones que ha atravesado el equipo. También ha tocado cosas como las maneras de saltar a la presión o de sacar el balón jugado. Precisamente porque he estado con él y he visto que ha variado no puedo dar por hecho que jugará de una manera determinada para poder contrarrestarlo con mi equipo.

Pero algo de trabajo sí que tiene hecho.

La ventaja puede ser que conozco a sus jugadores individualmente y sé cuáles son sus virtudes. Pero a nivel colectivo como mucho puedo intuir su propuesta. En casa, por ejemplo, el Tenerife fue superior en todos los partidos, siempre tuvo opciones de ganar. Es algo a tener en consideración porque no es un rival sencillo de frenar en el Heliodoro.

¿Qué ha hecho en el Extremadura para cambiar tan rápido la dinámica?

El fútbol tiene estas cosas. Llega la fortuna en situaciones que antes no tenías y todo cambia. Además, me he encontrado un equipo sacrificado y que tiene tesón, coraje y un gran compañerismo. Están tirando hacia delante, asumiendo unas cuantas propuestas a nivel táctico. Creo que eso también ha ayudado, sin olvidar el talento. Aquí hay jugadores que no son tan conocidos en Segunda A, pero que lo serán durante esta temporada porque tienen calidad.

Uno de ellos es Enric Gallego.

A Enric lo tuve en el Olot y sabía desde entonces de su potencial. Desde que ha entrado en el fútbol profesional, donde se juega a otra cosa, se ha adaptado muy bien. Tener al máximo goleador de la Liga es una ventaja para un equipo como el Extremadura.

Su salida generó un gran revuelo en la Isla.

Entendí la postura del Tenerife porque ellos veían que estaba integrado y a nadie le gusta que marche una persona cuando está aportando cosas. Pero era una gran oportunidad para mí y no podía desaprovecharla. Que conste que ya había advertido de esa posibilidad cuando llegué y quedamos en que, si se daba, se hablaría.

Se discutieron más las formas que el hecho en sí.

Entiendo que se molestaran. Hablé con Alfonso (Serrano) y con el presidente. Me supo muy mal porque estaba bien allá, pero era una aventura que debía aceptar.