El Gobierno francés teme la presencia de armas en las protestas convocadas mañana por el movimiento de los "chalecos amarillos", en el que denuncia la deriva violenta de una parte instrumentalizada por grupúsculos extremistas.

El ministro del Interior, Christophe Castaner, justificó hoy esos temores al explicar, en conferencia de prensa, que en las investigaciones tras los altercados del pasado sábado "se han descubierto armas".

A modo de ejemplo, dijo que ayer se detuvo a una persona, de la que no quiso dar su identidad, que se había significado en las redes sociales por las amenazas contra las fuerzas del orden o por decir querer "matar la República", y en cuyo domicilio se encontraron dos pistolas, además de material para participar en manifestaciones.

También contó que el pasado sábado en París un grupo de manifestantes robó un fusil a un policía que trataba de escapar del incendio de su furgón, y que recibió una paliza.

En esa línea, el portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux señaló en una entrevista publicada hoy por "Le Parisien" que los servicios secretos sospechan que en las manifestaciones podría haber elementos "politizados y radicalizados" que tratan de instrumentalizar a los "chalecos amarillos" con la intención de "derrocar el poder".

"Frente a la violencia sistemática, organizada, nuestras fuerzas responderán con firmeza", advirtió el titular de Interior, que hizo hincapié en que el movimiento de contestación se deshincha progresivamente.

Contó que de los 282.000 "chalecos amarillos" del 17 de noviembre -fecha de la primera protesta-, ahora se han quedado en "unos 10.000 en toda Francia", es decir "una pequeña minoría" en la que hay gente pacífica pero también otros que "han caído en la violencia".

Castaner estimó que en la convocatoria de mañana en París "no habrá más que unos miles de personas", pero entre ellos elementos "ultraviolentos", y dijo no excluir que también lleguen extremistas del extranjero.

El ministro, que no quiso dar detalles sobre el dispositivo policial para no ofrecer pistas, se limitó a repetir que se van a movilizar a 89.000 agentes en todo el país, de los cuales 8.000 en París, frente a los 65.000 que hubo la semana pasada.

Habrá "medios excepcionales" que incluirán una docena de blindados de la Gendarmería que se pueden utilizar para despejar barricadas.