La actitud es algo que nunca deja fuera de los escenarios Loquillo. Conciertos como el que celebró anoche en el Santiago Martín de La Laguna, más allá del tradicional recuento de personas, suponen un cara a cara con una artista de otra dimensión. Un creador que lleva más de cuatro décadas atado a la cultura rockabilly. Sus coqueteos con esos sonidos son anteriores de la semilla de "40 Años Rock&Roll Actitud" que mostró a las más de tres mil personas que se dieron cita en Los Majuelos para vibrar con "A tono bravo", "Territorios libres" o "El mundo que conocimos", títulos que sonaron en la línea de salida de un espectáculo que creció musicalmente de la mano de unos aliados que nunca fallan: Igor Paskual, Josu García Mario Cobo, Alfonso Alcalá, Lucas Albadalejo y Laurent Castagnet.

"Por amor", "Rompeolas" y el "Rey del Glam" sonaron en Aguere antes de que la cita promovida por Mar Abierto se precipitara hacia una segunda parte en la que ya esperaban recuerdos de "Las calles de Madrid", una ronda de "Channel, cocaína y Dom Perignon" y, por supuesto, un viaje por carretera en el vehículo que más ha popularizado Loquillo: "Quiero un camión". En ese punto sus seguidores ya hacía un rato que se habían rendido al oficio de un músico que cuida sus exposiciones sobre la tarima hasta el último detalle. Vestuario, gestos y hasta alguna que otra frase que tienen la apariencia de un certero dardo y que siempre tienen un destinatario. Para el desagüe final dejó composiciones que con el paso de los años se han convertido en himnos: "Cuando fuimos los mejores", "La mataré" y el inolvidable "Cadillac solitario". Esos y otros temas conformaron un menú que nunca pasa de moda.