Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea pidieron hoy la puesta en libertad "inmediata" de los marineros ucranianos detenidos por Rusia y el libre paso "de todos los barcos" en el estrecho de Kerch.

"El Consejo Europeo pide la liberación inmediata de todos los marineros ucranianos detenidos, la devolución de los buques y el libre paso de todos los barcos a través del estrecho de Kerch", escribió el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en Twitter.

Fuentes comunitarias indicaron también que los líderes de la UE aprobarían conclusiones en las que contemplan la posibilidad de considerar medidas, "incluido reforzar el apoyo" a las zonas afectadas en Ucrania por la crisis en el estrecho de Kerch, que une los mares Negro y de Azov.

Ese apoyo consistiría en acelerar los programas de ayuda de la UE a esas áreas de Ucrania, según dijeron las mismas fuentes.

"La UE está preparada para adoptar medidas para fortalecer más su apoyo, incluidas las que van a favor de las áreas afectadas de Ucrania" por el conflicto armado en el este con los separatistas prorrusos, recogió el texto definitivo de las conclusiones.

Los mandatarios expresaron, asimismo, su "suma preocupación" por la escalada en el mar de Azov y el estrecho de Kerch, además de por "la violación de Rusia del derecho internacional"

También reafirmaron su compromiso con la independencia e integridad territorial de Ucrania y el no reconocimiento de la anexión rusa de Crimea.

Rusia ha acusado formalmente de cruce ilegal de su frontera a los 24 marinos de la Amada ucrania apresados en noviembre junto con tres buques -un remolcador y dos lanchas artilladas- por guardacostas rusos en el mar Negro.

Ucrania califica como acto de agresión el apresamiento por la fuerza de sus buques y denuncia que la captura se produjo en aguas internacionales del mar Negro después de que los guardacostas rusos les cerraran el paso por el estrecho de Kerch cuando se dirigían hacia el mar de Azov.

El mar interior de Azov es compartido por ambos países en virtud de un acuerdo bilateral firmado en 2003, que garantiza la libertad de navegación de las embarcaciones por el estrecho de Kerch, que lo comunica con el mar Negro.

Rusia mantiene por contra que tuvo que reaccionar cuando los barcos ucranianos avanzaban "directamente" con rumbo al puente de Crimea, que considera que está en aguas suyas y que une la península -anexionada en 2014- con la Rusia continental.