El Gobierno de Canarias ha decidido "esperar y ver" a que el ejecutivo central defina la ley de transición energética, antes de seguir adelante con la tramitación de su estrategia energética hasta 2025, en particular en lo que se refiere a la introducción del gas.

Mientras tanto, el Gobierno canario seguirá avanzando en el desarrollo de las energías renovables, que ha pasado del 8% al 20% de penetración en esta legislatura, destacó en una comparecencia en comisión parlamentaria el consejero regional de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento, Pedro Ortega.

No obstante, Ortega señaló que sigue defendiendo la introducción del gas como combustible de respaldo a las energías renovables, por ser más barato y menos contaminante, frente a la recomendación del diputado del PSOE Gustavo Matos para que Canarias siga la estela del Gobierno de España para conseguir un suministro eléctrico completamente renovable.

Gustavo Matos indicó que el debate sobre el gas no es una controversia "entre buenos y malos", sino sobre la viabilidad de ese combustible, y subrayó que el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ya ha dejado claro en dos informes, el último de octubre pasado, que la construcción de una planta regasificadora en el puerto de Granadilla no tiene viabilidad económica. A la vista de ese informe y de otros, el Gobierno de España es el que tiene que decidir si se sigue adelante con el proyecto.

Matos dijo que para el PSOE el gas ciudad no es una alternativa de futuro y, aunque ese combustible puede ser viable en determinados usos industriales o en el suministro a barcos, en el ámbito energético puede frenar el desarrollo de las energías renovables.

"Hay que adaptarse" a los nuevos desarrollos tecnológicos y no quedarse en el modelo energético de los años ochenta del siglo XX, cuando se planificó la instalación de regasificadoras en Canarias, dijo el diputado del PSOE, para quien "el uso de energías fósiles tiene los días contados".

Según Matos, el Gobierno de Canarias tiene la obligación de "poner las luces largas" a la hora de planificar y "no cometer errores sobre asuntos que se quedan antiguos", aunque admitió que en materia energética y tecnológica "es un debate complejo y no hay postulados absolutos".

"El Gobierno de España está cambiando la política energética" y ni el gas ni las prospecciones petrolíferas tendrán cabida, consideró.

El consejero Pedro Ortega replicó que el gas comparado con el petróleo, es menos contaminante y más barato y en el contexto de la producción eléctrica sí es beneficioso económicamente, por lo que el Gobierno sigue considerando que debe tener un papel en el "mix" de planificación estratégica energética para 2025.

El informe de la CNMC sobre la planta regasificadora de Granadilla la desaconseja solamente desde un punto de vista económico considerada aisladamente, pero no en el contexto del abaratamiento en la producción eléctrica que supondría, argumentó.

No obstante, dado que la decisión sobre esa planta corresponde al Gobierno central, el ejecutivo canario solo puede esperar a que se tome esa decisión.

En cualquier caso, ante el cambio anunciado por el Gobierno español en la política energética, que se definirá en la conocida como ley de transición energética, el ejecutivo regional ha optado "por la prudencia" hasta que el Estado "aclare el camino" que quiere recorrer.

A partir de que se conozca la ley estatal, el Gobierno de Canarias adaptará su estrategia, que ha quedado parada cuando estaba aún en fase de borrador.

Pero mientras tanto, el Gobierno de Canarias mantendrá su impulso a la penetración de energías renovables que han pasado de representar el 8% del suministro eléctrico al 20% en esta legislatura, y que podría aumentar un 5% adicional a partir de que el ejecutivo central apruebe la nueva subasta eólica, ojalá que este mismo año, explicó Ortega.

"Lo que está en nuestras manos son las energías renovables y seguimos en el objetivo del 45% en el 2025, eso no lo vamos a cambiar", subrayó el consejero.

Pedro Ortega pidió apoyo a todos los grupos para conseguir que se faciliten los trámites administrativos para el desarrollo de la instalación de parques eólicos marinos, ya que el territorio insular es demasiado reducido para las necesidades energéticas de las islas.

Tanto Socorro Beato, de CC, como Astrid Pérez, del PP, apoyaron la introducción del gas como energía de respaldo a la penetración de las renovables, mientras que Concepción Monzón, de Podemos, afirmó que "el tiempo del gas ha pasado" y Gladis Acuña, de Nueva Canarias, sostuvo que el proyecto de la regasificadora de Granadilla ha quedado totalmente desfasado por el abaratamiento de la producción de energías limpias.